El éxito de Will Smith llegó de la noche a la mañana. Conocido como cantante de rap, Smith se hizo popular al otro lado del Atlántico cuando ganó un Grammy en 1988 gracias a su grupo DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince. Considerado cantante por aquel entonces, Will Smith ganó mucho dinero que no supo gestionar.
Hacienda fue tras sus pasos después de no pagar debidamente y tuvo que devolver 2,8 millones de dólares. En aquel momento, Will estaba endeudado hasta las cejas y le fueron retirados numerosos inmuebles. Con el agua hasta el cuello, Smith tuvo que aceptar un contrato con NBC para protagonizar El príncipe de Bel Air en 1990.
De forma inesperada, la serie de televisión se convirtió en todo un éxito a nivel mundial. Will Smith era uno de los hombres más conocidos del panorama y consiguió estar en lo más alto de la cima hasta 1996. Durante seis temporadas fue una de las series con mejor rendimiento.
Fue entonces cuando le empezaron a llegar guiones para la gran pantalla que le hicieron retirarse de la televisión. Aquel 1996 estrenó el que sería su primer éxito, muy alejado de lo que el público estaba acostumbrado a ver. Se estrenaba Dos policías rebeldes, lo que le valió el ser visto como un actor de acción para Hollywood.
No tardaron en llegar más proyectos a sus manos. Independence Day o Men in Black llegaron en los meses siguientes y llenaron los bolsillos de Will de fama y dinero. El actor se convertía en uno de los mejor valorados dentro de la industria para tener un éxito asegurado.
Pero no fue hasta 2001 cuando a Will le llegó una oportunidad de oro, la cinta que le colocaría como un gran actor. Protagonizó Ali, lo que le valió su primera nominación al Oscar. Un premio que todavía no está en su estantería pero al que ha sido nominado en dos ocasiones. La segunda le llegaría con la cinta que protagonizó junto a su hijo Jaden en 2006.
Ahora, más calmado, Will Smith sigue siendo uno de los actores con mejor rendimiento en taquilla. Acaba de estrenar Escuadrón suicida, otro título que continúa arrasando en la gran pantalla dos semanas después de su lanzamiento. Y así es como Will pasó de ser uno de los personajes más endeudados a todo un filón cinematográfico.
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