Gritaron a los cuatro vientos lo mucho que se querían y a las pocas horas ya se estaban desdiciendo. Pobres famosos, que a veces se le pasa el enamoramiento más rápido que un constipado. Aquí en España y en gran parte del mundo existen los matrimonios fugaces, aquellos que duran poco más de un año. Otros han batido récord y apenas han durado unas horas.
En territorio nacional está el caso de Esther Cañadas. Se casó dos veces: primero con Mark Vanderloo en 1998, un matrimonio que duró apenas un año. No le fue mucho mejor con su segundo matrimonio, con Sete Gibernau, con el que apenas duró otro año.
El matrimonio de Juncal Rivero y Fredick Alm duró un año y un mes después de darse el 'sí, quiero' en 2004. No tuvo mejor suerte la heredera del imperio Inditex, Marta Ortega. Se casó con el joven Sergio Álvarez Moya y apenas duró 18 meses después de vestirse de blanco.
Las revistas del corazón se han puesto las botas con las bodas, pero también con los divorcios. En la portada de ¡Hola! aparecieron los enlaces de Arantxa Sánchez Vicario con Juan Vehils y el de Fiona Ferrer con Jaime Polanco. Ambos se esfumaron en cuestión de meses a pesar de venderse a bombo y platillo.
Muy poco duró el matrimonio de Nuria Fergó. Pero también el de la presentadora Patricia Conde con Carlos Seguí, apenas un año después de casarse en 2012. ¡Hasta la propia reina Letizia pasó por esto! Su primer matrimonio con Alonso Guerrero en 1998 apenas duró un año.
Pero los récord se ven al otro lado del Atlántico. Hollywood es un ir y venir de bodas. Drew Barrymore y Tom Green apenas duraron cuatro meses casados. Jennifer López y Chris Judd duraron un embarazo, nueve meses. Ronaldo y Daniella Ciccarelli estuvieron casados 86 días.
Pero para récord, el de las cantantes Cher, que estuvo casada apenas nueve días, y el de Britney Spears, que sólo aguantó 55 horas como una mujer casada. La joven cantante se dio el 'sí quiero' en Las Vegas con su primer amor del instituto y no tardó en arrepentirse.
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