La periodista Concha García Campoy se despedía de todos el pasado miércoles tras perder su guerra contra el cáncer. Un fallo hepático producido por los medicamentos le hizo caer en un coma irreversible que poco después acabaría con su vida. Una falta que nadie esperaba, tampoco los suyos. Su hija, Berta Díaz, de 14 años, había viajado hasta Philadelphia y hoy regresaba para despedirse de su madre. En el aeropuerto, y en boca de su padre, conocía una noticia que "ya había visto por las redes sociales".
El ex marido de la periodista y padre de sus dos hijos únicos hijos, Lorenzo Díaz, realizaba esta mañana una entrevista para el programa Las mañanas de la 1. Allí, el productor confesaba que seguía "enamorado de Concha" y que, tras recibir una llamada de Valencia, pudo llegar "justo a tiempo para darle un beso, abrazarla y decirle que la querré mientras viva". "Ella me eligió a mí y siempre ha sido, y es, una mujer muy atractiva", comentaba al recordarla. Sin embargo, su mayor preocupación ahora son sus hijos: "El déficit de amor que puedan tener mis niños por la desaparición de su madre lo intentaré suplir yo volcándome en ellos porque somos supervivientes y saldremos adelante".
Su actual pareja, emocionado, no ha podido hablar a los medios de comunicación que hasta allí se han trasladado. "Venimos a despedir a Concha. No hay palabras", se limitaba a apuntar. Sin embargo, muy arropado, el productor se ha notado sereno aunque muy emocionado.
La academia de televisión ha confesado que está preparando ya un homenaje a la periodista para que "el recuerdo de Concha perduré más allá". Su presidente, Manuel Campo Vidal, gran amigo de la periodista, asistía también acompañado de su mujer y a su entrada se le podía ver visiblemente afectado.
Hasta allí, también se han trasladado otros rostros conocidos como Ana Rosa Quintana, Ana Belén y Victor Manuel, políticos de la talla de Alfredo Pérez Rubalcaba o Tomás Gómez, Paolo Vasile o su ex compañero de programa en Las mañanas de Cuatro, Gonzalo Miró.
LETTER