Sienna Miller ya era madre de la pequeña Marlowe de 11 años, fruto de su relación con el actor Tom Sturridge. Ahora acaba de dar la bienvenida a su segunda hija con su novio Oli Green, con quien se le ha visto pasear por Londres junto al bebé.
Un nuevo miembro en la familia
A diferencia de muchos famosos, Sienna y su pareja no han recurrido a redes sociales, publicaciones o exclusivas para anunciar la llegada del nuevo miembro de la familia. Una publicación del periódico Daily Mail ha sido la encargada de dar a conocer la noticia a través de unas fotos tomadas por los paparazzi, en las que se ve a la pareja paseando por Londres mientras Sienna portea a su bebé.
Las fotos muestran a la actriz tomando un café con un look relajado compuesto por abrigo de paño verde de Burberry y vaqueros anchos de Free People, jersey gris básico y mocasines Gucci bicolor. Sobre su pecho, eso sí, podemos ver muy cómoda a la recién nacida, de la cual todavía se desconoce el nombre, arropada por el portabebés camel de la firma Artipoppe valorado en 3000 libras.
Luchando contra prejucios y convinciones sociales
Sienna y Oli, se conocieron por unos amigos comunes y entre ellos hay 14 años de diferencia. Este hecho ha generado muchos comentarios desde que empezaron a salir en 2021. Esperaron un año para hacer su debut como pareja en una fiesta benéfica en mayo de 2022. Aunque al principio vivieron en Nueva York, poco después se mudaron juntos a Londres.
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Sienna ha sido madre a los 42 años. Su embarazo se confirmó tras unas fotos de la actriz de Anatomía de un escándalo, luciendo bikini durante unas vacaciones en Ibiza en evidente estado de gestación. La propia actriz apareció poco después en la alfombra roja orgullosa de su tripita con un espectacular diseño blanco de Schiaparelli. Junto a su pareja protagonizó una sesión de fotos que acompañó de una entrevista. En ella comentó en relación a su edad: "Me encantaría que llegáramos a un punto en el que no necesitara hacer bromas sobre ser madre siendo mayor, para demostrar que no me importa”. La intérprete reconocía así que se había visto afectada por los prejuicios de su maternidad después de los cuarenta. Otro aspecto sobre el que reflexionó en la entrevista fue la presión que sentía como mujer: "La biología es especialmente cruel para las mujeres que están en los treinta, o ciertamente lo fue para mí", "llegué a los 40 y decidí congelar mis óvulos. Tras haber estado tan centrada en la necesidad de tener otro bebé, ahora siento que, si pasa, pues que pase. Esa crisis existencial que tenía ya se ha disipado”. Por suerte Sienna ha podido cumplir su deseo.