"No voy a dar los detalles de lo que hicimos ese día". Así de contundente ha sido Sara Carbonero cuando se le ha preguntado por su boda secreta. Cuando muchos se imaginaban el evento del año, la periodista e Iker Casillas se casaban por sorpresa con apenas dos testigos delante y su hijo Martín a su lado.
La noticia de que ambos ya eran marido y mujer no saltaba a los medios de comunicación hasta una semana después. Y es que han sabido guardar muy bien el secreto. Sin lucir la alianza de casada, no ha querido contar si fue el blanco el color elegido en la boda.
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Carbonero regresaba a Madrid para presentar un acto publicitario. La periodista ha diseñado una colección para la marca Agatha París, pero ni esta ocasión especial ha servido para que suelte prenda sobre cómo fue uno de los días más felices de su vida.
"Fui gorda", ha dicho entre risas. "Se hizo así porque nos apeteció hacerlo así", asegura. "Es una cosa que me gustaría que no os hubierais enterado, entonces prefiero no decir nada", ha dicho ante los micrófonos de la prensa.
"Sí que me apetecería hacer una fiesta. A lo mejor este año, o el que viene o a lo mejor dentro de 10 años", comentó Sara Carbonero. Al menos sí que quiso hablar sobre sus deseos y no estuvo todo el acto callada.
Quedan pocas semanas para que la periodista de a luz a su segundo hijo y también quiere mantener la incógnita de cómo se llamará el pequeño. "Vamos a dejar que se acerque un poco más la fecha", declaró. "Le pregunto mucho a Martín. El que más gracia le hace lo va repitiendo. A lo mejor el que más le guste a él es el que elegimos", asegura.
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