La 61 edición del Festival de San Sebastián dio el pistoletazo de salida el pasado viernes 20 de septiembre y por sus calles y su alfombra roja han seguido desfilando los protagonistas de los últimos estrenos cinematográficos hasta el sábado 28, día de clausura.
Aunque el hombre más esperado fue Hugh Jackman, que recibió el premio Donostia el viernes 27 tras presentar su última película Prisioners, dos bellezas, esta vez del ámbito nacional, consiguieron que los decibelios subiesen a su paso. Hugo Silva y Mario Casas, protagonistas masculinos del último film de Álex de la Iglesia, Las Brujas de Zugarramurdi, triunfaron en su estreno y se llevaron todo el protagonismo y todos los flashes de los numerosos fotógrafos que allí se concentraban.
Precisamente, la protagonista femenina de este film, Carmen Maura, fue premiada con el premio Donostia por su gran trayectoria. Un premio que recibió emocionada el pasado domingo tras hacerle entrega de él su director fetiche.
Pero, quitándole el protagonismo un rato a los nuestros, confesaremos que con la llegada de Hugh Jackman la ciudad vasca se derritió. Esa llegada con chaqueta en mano y movimiento hacia la espalda, ha demostrado que el actor, además del premio Donostia por su gran carerra, se merece una estatua y un piso.
Sin embargo, no sólo de guapos vive el Festival. También de hombres interesantes. Serrat, Sabina o José Coronado también posaron con la playa de La Concha como telón de fondo para presentar otros interesantes proyectos. Ellos también fueron de los que arrancaban gritos a su paso, pero ya todos hemos crecido y las cuerdas vocales ya no son lo que eran.
Nada de esto importa. Si por algo se caracteriza el Festival de San Sebastián es por su talento y, de eso,esta edición ha ido bien servida.
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