Tom Cruise tiene miedo a envejecer. Al menos, eso es lo que se puede sacar como conclusión teniendo en cuenta las últimas decisiones que ha tomado en carrera. En su carrera, y en su aspecto físico. Y es que Tom Cruise ya no es lo que era hace algunos años.
Sus últimas apariciones sobre las alfombras rojas dejan ver lo que todo el mundo ya rumoreaba: el actor se ha operado. Una cara sin arrugas, totalmente tensa, que demuestra que el paso del tiempo le está afectando mucho a Cruise. Pero él no quiere que se note que ya no es un jovenzuelo que puede ir dando saltos por la gran pantalla.
Pero no sólo el físico habla de cómo está Tom Cruise. Observemos los últimos proyectos cinematográficos que ha elegido el actor y los que vendrán dentro de unos años. Después de años en los que enamoró a la audiencia con películas como Top Gun, Un horizonte muy lejano o Algunos hombres buenos, el actor se pasó a la acción con títulos muchos más vendibles.
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Llegaron entonces películas como Misión: Imposible, Vanilla Sky, Minority Report o El último Samurai. La carrera del actor parecía imparable. Pero, poco a poco, el actor se ha dado cuenta de que se ha quedado estancado y el cine no le ofrece grandes papeles. Por eso ha tenido que recurrir a su pasado.
Parecía imposible, pero el actor aceptó participar el pasado año en Misión Imposible 5 y ya preparan la sexta parte. Igualmente lo hacía con la secuela de Jack Reacher, que estrenó en este mismo 2016. La última que se une a su lista es Top Gun 2, anunciada ya para los próximos años a pesar de años negándose a hacerla.
Y es que Tom Cruise se ha negado a crecer. A pesar de sus 54 años, no quiere hacer papeles más profundos y calmados como otros actores de su generación. Él quiere seguir siendo un hombre de acción, de camisas y pantalones ceñidos. Por eso el físico es muy importante y por eso no puede dejar que su piel haga que nos parezca una misión imposible la agilidad que tiene en la gran pantalla.
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