Según la revista '¡Hola!', todo ocurrió mientras Enrique hablaba por teléfono con su amigo Thomas cuando, de repente, escuchó cómo le asaltaban y le quitaban el móvil. Acto seguido, el príncipe se dirigió, junto a sus guardaespaldas, hacia el lugar de los hechos.
Al llegar no encontró a su amigo, por lo que el joven decidió acudir a la comisaría más cercana para buscar ayuda. Fue precisamente en la comisaría donde encontró a su amigo denunciando el robo de su Blackberry. Allí prestó declaración como testigo, convirtiéndose así en el primer miembro de su familia en poner un pie en una comisaría.
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Europa Press