"No va a haber vestido". Con esta declaración, Cristina Pedroche ha querido dejar claro que su boda no será una fiesta a lo grande ni tendrá referencias a las bodas clásicas de la gran pantalla. "El otro día hice un test y me preguntaban el diseñador con el que me gustaría ir vestida. Mi respuesta fue Nike", comenta la presentadora en un acto de la campaña 'Quererse está de moda' de ADANER, asociación que lucha contra la anorexia nerviosa y la bulimia.
"David es de mi estatura. Yo no quiero ponerme tacones y que parezca más bajito. ¡Qué feo!", comentó la presentadora, que quiere huir de todo tipo de clichés el día de su boda.
Será un acto muy familiar e íntimo. No quiere que su boda se convierta en un acto social e invitará a muy pocas personas. "¿Dónde nos casamos? Queremos algo que sea súper íntimo. Pero es que aunque sea súper íntimo y seamos 10 personas habrá que buscar un sitio. ¿Y mandamos una invitación o un whatsapp?", se pregunta Pedroche.
Lo que está claro es que la boda no está a la vuelta de la esquina. Por mucho que Pedroche quiere ya ponerse el anillo de casa, la ley tiene unas reglas. Para casarse, la pareja primero tendrá que esperar a los papeles del divorcio de David Muñoz. "La burocracia va con calma", comenta la presentadora.
Ángela Montero y David mantuvieron una relación de casi 10 años como pareja. Ambos abrieron el restaurante que David ahora regenta. A principios de año, Pedroche y David sorprendían con esta relación que casi todo el mundo desconocía. Montero, ex pareja de David, anunció el pasado mes de julio que se desvinculaba por completo del restaurante Diverxo que tenía junto a David y emprendía un nuevo camino en solitario.
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