Aunque Paulina Rubio ha visto resucitada su popularidad en Estados Unidos gracias a su reciente participación en el famoso concurso de cazatalentos, el hecho de que la tercera temporada de 'Factor X' haya sido la menos vista en la historia del programa ha provocado que su creador, el mediático Simon Cowell, vaya a prescindir por completo de los servicios de la mexicana y, de paso, de las otras dos juezas que ocupaban la mesa: Kelly Rowland y Demi Lovato.
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Demi Lovato anunció justo después de la última gala del programa que necesitaba descansar y centrarse en otros proyectos, pero como publica la revista Star, la ausencia de Kelly Rowland y Paulina Rubio se debería en realidad a su "falta de conexión" con el público y a la escasa energía desplegada durante las galas semanales en directo.
Pese a que el conocido productor británico no ha hecho referencia alguna a la palabra 'despido', el semanario estadounidense ha utilizado precisamente esa expresión para describir el "cambio radical" que quiere imprimir a las futuras temporadas del programa en el continente americano, ya que varios allegados a Simon Cowell aseguran que está muy decepcionado por los pobres índices de audiencia cosechados por el formato y, por tanto, por el rendimiento de dos juezas de las que se esperaba que arrastraran espectadores de nuevos planos demográficos.
Mientras Paulina Rubio trata de promocionar la emisión de la ya finalizada temporada entre sus compatriotas mexicanos, quienes pueden ser testigos ahora de la aventura estadounidense de su ídolo en sus televisores, algunos medios anglosajones no han dudado en celebrar la decisión que llevará a 'Factor X' a deshacerse de todo el plantel de mentores, con la obvia excepción del propio Simon Cowell. "A Kelly Rowland siempre se le vio muy incómoda tratando de hacerse notar entre sus compañeros, y la verdad es que Paulina Rubio no aportaba mucho al concurso más allá de sus intentos de apelar al público latino. Paulina era una gran estrella a finales de la década de los 90, pero estos últimos años no ha hecho nada relevante que justifique su elección como jueza de ningún programa de talentos", escribió la crítica televisiva Cate Meighan en su columna del portal Celeb Dirty Laundry.