El encargado de coronar a la gran triunfadora de la noche, The Artist, fue Tom Cruise. El largometraje en blanco y negro de Hazanavicius, se impuso a las otras ocho nominadas a Mejor película: Moneyball: Rompiendo las reglas, Tan fuerte, tan cerca, Midnight in Paris, Criadas y señoras, El árbol de la vida, Los descendientes, War Horse (Caballo de batalla) y la otra gran favorita La invención de Hugo.
La ceremonia dio un giro en favor de la producción francesa The Artist, cuando Hazanavicius se hizo con la estatuilla al Mejor director. Hasta ese momento, la cinta de Scorsese se había hecho con el Oscar en casi todas las categorías técnicas (Mejor fotografía, Mejor sonido, Mejores efectos sonoros, Mejores efectos visuales y Mejor dirección artística).
Tanto el director de The Artist como, a su turno, Jean Dujardin, mostraron la enorme felicidad que sentían al sostener las preciadas estatuillas. Hazanavicius dedicó su premio hasta en tres ocasiones a Billy Wilder. Dujardin, por su parte, comenzó su discursó con las palabras "I love your country". Más tarde, todos los actores subieron juntos a recoger el Oscar a la Mejor película.
El cine español no corrió tanta suerte, Alberto Iglesias y Chico y Rita se quedaron sin galardón. Nuestro país tuvo que conformarse con el premio al Mejor guión original para Woody Allen por Midnight in Paris. Como era de esperar, Allen no estuvo presente en la ceremonia ni encargó a nadie que recogiera el premio.
La única actriz que consiguió quitar algo de protagonismo a la gran favorita, fue Meryl Streep. La actriz se llevó su tercer Oscar en casi treinta años de carrera y doce después de hacerse con la estatuilla por La decisión de Sophie (1982). En esta ocasión la película que le valió el Oscar a la Mejor actriz fue La dama de Hierro.
Entre los momentos más emotivos de la noche, cabe destacar el que protagonizó Octavia Spencer, ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto por su trabajo en Criadas y señoras. La actriz rompió a llorar desconsolada al recibir la estatuilla de manos de Christian Bale. "Me estoy volviendo loca. Gracias al mundo. ¡Os quiero!", logró decir entre llantos.
Otro de los galardones fue para Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash que se llevaron el Oscar al mejor guión adaptado por el libreto de Los descendientes. La estatuilla al mejor documental fue para Undefeated, de TJ Martin, Dan Lindsay y Rich Middlemas y Kikr Baxter y Angus Wall lograron por Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres el premio al mejor montaje.
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