María Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, condesa viuda de Ripalda, fallecía el jueves 13 de marzo a las 20.40 horas en el Hospital La Paz, de Madrid, tras no poder superar el ictus que sufrió el pasado lunes y que la mantenía ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos. Todos sus hijos, Amalio, Ana, Álvaro, Jaime, Luis e Ignacio, se encontraban con ella en el hospital en el momento de su fallecimiento y les veíamos saliendo del hospital unas horas después de la muerte de su madre. En su rostro se podía ver el gran dolor por el que están pasando en estos momentos.
© Gtres. Doña Elena y Froilán
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Desde que ingresó Mª Concepción, cada día ha tenido la visita de todos sus hijos, a excepción de Álvaro, que se encontraba realizando una expedición por aguas de Latinoamérica y que no llegó hasta horas antes de la muerte de su madre. Él nada más enterarse del estado de salud de su progenitora, lo organizó todo para regresar a España y estar junto a sus hermanos y su madre en estos momentos, en los que todavía no se conocía que podría acabar en un triste desenlace, como así ha sido.
Jaime de Marichalar, su hijo más conocido, sufría también un ictus en diciembre de 2001 que le mantuvo durante 19 días ingresado en el hospital Gregorio Marañon, pero, en su caso, pudo recuperarse favorablemente aunque aún hoy tiene secuelas de esta enfermedad.
Doña Concepción era muy querida no sólo por los Marichalar, sino también por Doña Sofía y la infanta Elena, a la que veíamos llevándose a su hijo a casa, tras el triste desenlace. Sus nietos, a excepción de Victoria Federica, que se encuentra estudiando en un internado británico, también han estado en el hospital y se han podido despedir de esta gran mujer, que se caracterizó por su gran sencillez y discreción.
Gtres/Enfemenino
