Hace tiempo que la imagen de niña Disney con la que conocimos a Miley Cyrus se ha transformado en algo indescriptible que empezó siendo atrevido y que ha acabado siendo algo casi de mal gusto. La música de Miley sigue siendo tan buena (o tan mala) como lo fue al inicio de su carrera, pero sus espectáculos eróticos han acabado por relevar a su arte. Porque cuando crees haber visto todo de Miley, va y te sorprende con un pene gigante o una felación a un muñeco hinchable.
Y es que los asistentes a su último concierto en Londres pudieron ver como la ya crecida Hanna Montana sobrepasaba la estrecha línea entre lo erótico y lo sexual al subir al escenario un pene gigante sobre el que cabalgó en varias ocasiones y un muñeco hinchable al que cogió por los genitales y al que realizó una felación.
Para incredulidad de todos y ovación de muchos la cosa no acabó ahí. Más allá de este espectáculo, la cantante se besó con varios fans y dejó que varios de ellos tocasen su pubis y sus piernas. Algo que dejó al famoso twerking de la cantante en un juego de niños.
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