Además, desmintió los rumores de ruptura con el príncipe Harry al mostrarse más enamorada que nunca. Sin embargo, fue su elección para la ceremonia de clausura lo que realmente cautivó a todos los presentes y a los amantes de la moda en todo el mundo.
Desde el comienzo del evento, Meghan se lució con diversos atuendos que hicieron eco de su sofisticado gusto por la moda. Uno de los primeros conjuntos que llamó la atención fue su look total en negro, una elección clásica y versátil que cualquier persona puede reproducir fácilmente. Luego, sorprendió a todos con un deslumbrante conjunto blanco que encarna la tendencia de moda más popular del momento: la tendencia Old Money.
A pesar de los rumores que circulaban en torno a su relación, Meghan y Harry parecían más unidos y felices que nunca, compartiendo momentos de complicidad y sonrisas que despejaron cualquier duda sobre su relación. Su aparición en el concierto de Beyoncé a principios de septiembre ya había dejado claro que su amor está más fuerte que nunca.
El estilo característico de Meghan, con su melena suelta y peinada con una raya en medio, fue muy comentado y aplaudido por su naturalidad. Cada detalle de su look ocupó portadas en medios de todo el mundo, convirtiéndola en la protagonista indiscutible de los Invictus Games.
Sin embargo, uno de los momentos más destacados fue su aparición en un deslumbrante traje corto de color blanco que acaparó numerosas portadas. Combinado con un cinturón negro de Givenchy y zapatos Chanel, Meghan optó por la comodidad al dejar los tacones de lado, una elección que fue ampliamente aplaudida.
El vestido verde que robó todas las miradas
Para la ceremonia de clausura de los Invictus Games, Meghan Markle dejó a todos cautivados al elegir un vestido verde de Cult Gaia. Este vestido presentaba un magnífico corpiño que realzaba sus hombros y su postura, y el color era perfecto para su tono de piel. El vestido estaba adornado con bordados y calados estratégicos que añadían un toque chic y sexy a su look.
Sin embargo, uno de los aspectos más llamativos fue el costo del vestuario de Meghan. Su vestido de Cult Gaia supera los 1,000 euros, según Royalfashionpolice, mientras que sus zapatos de salón de Aquazzura tienen un precio de 695 dólares (unos 650 euros) y sus pendientes de Kimai Jewelry cuestan 595 libras (690 euros). Para el público en general, estas cifras pueden parecer astronómicas, pero para un miembro de la familia real británica, son cantidades razonables.
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