Las relaciones sentimentales nunca son fáciles, pero en el caso de las parejas de Hollywood, parece un auténtico milagro que una pareja perdure en el tiempo. Quizás por ello ha sorprendido tanto que una de las parejas que se consideraba más estable, la formada por Lisa Bonet y Jason Momoa, haya decidido divorciarse.
Y es que eran ya muchos años los que esta pareja llevaban juntos, y si bien ya hace un par de años que comunicaron el final de su relación, el hecho de que siguieran legalmente casados parecía dejar la puerta abierta a una posible reconciliación en el futuro. Sin embargo ahora tenemos constancia definitiva de que ésta no se va a producir, ya que la pareja está en trámites legales de divorcio.
Las razones de la crisis
En su momento ninguno de ellos aportó mucha información sobre los motivos que les llevaron a poner fin a su historia, aunque según diversas fuentes, pueden haber sido un conjunto de ellos. Uno de los que se baraja como más probable puede haber sido el buen momento profesional de Jason Momoa, que tras bastante tiempo sin trabajo, últimamente se encontraba recibiendo numerosas ofertas y quería aprovechar esa inercia positiva.
Esto, lógicamente, lo llevaba a viajar con frecuencia, y Lisa Bonet, que se encontraba cómoda en Los Angeles, no parecía estar por la labor de acompañarlo cada vez que abandonaba la ciudad. Como consecuencia, las separaciones fueron cada vez más frecuentes y prolongadas, lo que desde luego no ayuda a mantener viva la llama del amor. Esto, unido a que ambos con el paso del tiempo descubrieron que ya no compartían objetivos en común, terminó por llevarles a dar el paso de separarse.
Un divorcio pactado
LETTER
Ha sido la actriz, de 56 años de edad, la que presentó los documentos de divorcio en el juzgado hace un par de días, alegando diferencias irreconciliables. No obstante las primeras informaciones al respecto del proceso apuntan a que éste no se convertirá en una batalla legal, ya que ambos han preferido abordar la ruptura de su vínculo matrimonial con un acuerdo previo de reparto de sus bienes.
El otro tema delicado que suele causar fricción en cualquier divorcio es el de la custodia de los hijos, y en este caso la pareja también ha optado por hacer las cosas de manera civilizada. Lisa y Jason son padres de una chica de 16 años y de un chico de 15, y han decidido compartir la custodia de ambos.