Tras la emotiva ceremonia de entrega del Premio Cervantes a Luis Mateo Díez, las celebraciones continúan con un almuerzo ofrecido por los Reyes en el Palacio Real de Madrid. Y como era de esperar, Letizia Ortiz no ha defraudado con su estilismo, cautivando a los presentes con un look elegante y romántico a la vez.
Para esta ocasión tan especial, la Reina ha optado por rescatar un tesoro de su armario: un vestido de Pedro del Hierro en color rosa pálido que ya había lucido hace tres años en un viaje oficial a Suecia. Una prenda que, a pesar de no ser nueva, ha demostrado ser una elección perfecta para este evento cultural.
El vestido, de diseño minimalista con falda midi de vuelo y cuello redondo, destaca por su romanticismo gracias a las hombreras ligeramente exageradas y las flores bordadas en tonos sutiles. Un detalle que aporta un toque de feminidad sin romper con la línea minimalista de la pieza.
Para completar el look, Letizia ha apostado por la comodidad sin renunciar al estilo, combinando el vestido con unos salones destalonados beige de Carolina Herrera con tacón sensato. Una elección que pone de manifiesto su compromiso con una estética más saludable y respetuosa, demostrando que los vestidos románticos también pueden quedar fenomenal sin stilettos.
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Un look coquette con guiño a la actualidad
El color rosa pálido del vestido y las flores bordadas podrían considerarse elementos típicamente "coquette", una tendencia que sigue en auge pero que, como bien demuestra Letizia, puede interpretarse de manera más simple y elegante. En este caso, la Reina ha optado por menos lacitos y excesos para dar paso a detalles sutiles que resaltan la belleza natural de la prenda.