José Ortega Cano ya ha pasado su primera noche en prisión. Nervioso, tembloroso y cabizbajo, el torero entraba en el centro penitenciario de Zuera, Zaragoza, para cumplir su condena de dos años y medio por el accidente de tráfico en el que perdió la vida Carlos Parra.
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A pocos días de que terminase el plazo dado por la juez para que el torero ingresase de manera voluntaria, tanto su abogado como el torero decidían finalmente ingresar en Zaragoza y no en Sevilla (ciudad donde vive la familia del diestro) o Madrid.
Según han informado varios medios, la elección de esta prisión se debe a que los abogados del torero tienen un mayor conocimiento y amistades de dicha prisión. El propio abogado de la familia de Carlos Parra, Luis Romero, afirmaba en una entrevista al medio Vanitatis que "Ortega tiene amistades influyentes en Zaragoza".
Precisamente la viuda del fallecido Carlos Parra, Manuela Gurruchaga, confesaba ante los medios que el diestro está "donde se merece". "Las excusas para no entrar son problema de él, no me importa. Sería vergonzoso que le diesen el indulto. No sé si si la va a cumplir de forma íntegra. Él va a salir, Carlos ya no va a volver", sentenciaba.