¡La de normas que tiene la familia real británica! Ya hace algún tiempo salía a la luz la curiosa y casi infinita lista de reglas y prohibiciones que tienen que acatar sin rechistar los miembros de la realeza inglesa y la verdad es que flipamos pepinillos con algunas de ellas. Por ejemplo, ¿sabías que los niños del clan no pueden utilizar pantalones largos hasta los 8 años, que tienen prohibido utilizar móviles y jugar a videoconsolas o que una partida de Monopoly es una diversión que nunca podrán degustar?
Y así podríamos seguir por los siglos de los siglos porque si de algo pueden presumir estos intachables royals de sangre azul es de cumplir con más exigencias que el Dress Code de la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos. Lo más chocante de todo es que la familia no es la única que tiene que seguir a rajatabla el protocolo, pues sus amigos, conocidos e incluso vecinos también son partícipes de su ordenada e imperturbable vida y precisamente de los vecinos de Meghan y Harry va este artículo.
Desde que hicieran público su compromiso el 27 de noviembre de 2017, la pareja Sussex se ha convertido en el centro de todas las miradas. El mundo entero vive pendiente de todos sus pasos, dónde van, qué comen, con quién salen a tomar unos vinitos… ¡todo! Y más desde que Meghan Markle se convirtiera en una auténtica influencer tras mostrar su vestidazo de boda en mayo de 2018 y todos los looks que han venido después y que todas quieren copiar. Lo que seguro que no quieres copiar es el modo de vida que tienen que seguir al pie de la letra los residentes en las casas colindantes a la de los duques y es que esta moderna e inusual familia real ya oficializado su mudanza a la gran mansión de Frogmore Cottage, una nueva residencia alejada de focos y medios de comunicación en la que podrán disfrutar de su intimidad y por supuesto, del pequeño Archie Harrison Mountbatten-windsor, el último en incorporarse a esta gran prole que comenzó con el reinado de Isabel II.
¿Y a quiénes les ha caído como un jarro de agua fría la nueva incorporación a la comunidad de vecinos? Exacto, a los propios vecinos, que se han visto obligados a cumplir con otra lista de normas cuanto menos, curiosa de analizar y muy criticada por parte de los ingleses que siguen en sus trece asegurando que, al ser una pareja pública no deberían exigir tantas y tan duras peticiones a sus fieles ciudadanos. ¿Las más sonadas?
- No podrán establecer conversación con Meghan y Harry. Adiós ‘‘ ¿qué frío hace hoy, verdad?’’, hasta nunki ‘’para estas vacaciones nos vamos a la montaña’’ y se acabaron los ‘’¡mira que están caros los tomates’’!. Llega el turno de la ignorancia y el silencio absoluto, pues nadie puede dirigir la palabra a los duques, ¡ni aunque pasen a un centímetro de ti!
- El buzón de correo de Frogmore Cottage tampoco debe ser utilizado nunca por nadie para enviar cualquier tipo de mensaje a los Sussex. ¡Lo llevas clarinete si pensabas mandarles una postalita por Navidad! Tendrás que pensarlo dos veces antes de hacerlo porque puedes acabar entre rejas, amigui.
- Los vecinos tienen prohibido acariciar a sus perros, ni qué decir tiene que no se te ocurra pasar por ahí y lanzarles una chuchería desde el otro lado de la valla ¡destierro como poco!
- Los vecinos tienen terminantemente prohibido preguntar por Archie, u ofrecerse al cuidado del bebé o de los perros. ¡Con lo campechanos y cercanos que son nuestros Sussex y van y ponen esta regla que nos deja de piedra! ¿Cómo resistir la tentación de acercarse al carrito de baby Archie a saludarle? (si se diera la oportunidad, claro está)
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