Exhibicionismo y Kim Kardashian van unidos. Ella gusta y se gusta. Por ello, presume de cara y cuerpo cada vez que puede. Es decir, bastante a menudo. Esta vez, la excusa para ello, es su portada para la edición británica de GQ con motivo de su premio como Mujer del Año que la propia revista le otorgó el pasado sábado. "Qué honor ganar el premio a Mujer del Año. Quiero dar las gracias a mi marido, por hacerme sentir diariamente como la Mujer del Año", asegura Kim a la revista.
LETTER
Mostrando posaderas, voluptuosos pechos y miradas lascivas, la celebrity vuelve a comerse la cámara. Aunque las imágenes más que mostrar, insinúan, la celebrity consigue subir la temperatura con cada fotografía. Precisamente para este posado, cambió de look convirtiéndose de nuevo en rubia.
La Mujer del Año parece disfrutar de uno de los mejores momentos de su vida. Y es que, tras contraer matrimonio con el padre de su hija, Kaney West, ha conseguido ser considerada un icono para la biblia de la moda, Vogue.