Con una carrera de 25 años y un cuerpo de ensueño, tenemos que admitir que Kate Moss tiene todos los componentes para ser una de las modelos más destacadas y demandadas a nivel internacional. Aparte del plano laboral, en el que no para de cosechar éxitos, el plano personal no se queda atrás. Desde su boda con el roquero Jamie Hince en 2011, parece haber encontrado el equilibrio que tanto necesitaba en su vida. Su hija de 13 años, fruto de la relación que tuvo con el periodista Jefferson Hack, es su pilar fundamental. Muchos afirman que Lila Grace puede presumir de llevar en sus genes la belleza de su madre, muchos la consideran una “mini Kate”.
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La edad no es un problema
Los grandes genios de la moda se rifan a Kate para que sea imagen de sus campañas o para que luzca alguno de sus diseños porque, a pesar de la mala época que atravesó la modelo, el tiempo ha puesto las cosas en su sitio. Independientemente de su edad, Kate sigue siendo la embajadora perfecta para marcas como Rimmel, Eleven Paris, Burberry o Versace. Tanto es así, que la revista Playboy quiso que la top model protagonizase una de sus portadas en 2013, con un desnudo integral que nos dejó sin palabras.
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