Jesús Castro está de moda. El actor se estrenó en la gran pantalla como protagonista llegado directamente desde el anonimato. La cinta: 'El niño'. La película, uno de los éxitos del año, no ha sido el único papel del actor. Unas semanas después regresó a la gran pantalla con 'La isla mínima'. Otro éxito, dos de dos. Con esta filmografía, poco iba a tardar su fichaje por una de las grandes cadenas de televisión. Y el premio cayó en manos de Telecinco. Castro ha fichado por la segunda temporada de 'El Príncipe', acompañando a los también atractivos Álex González, Hiba Abouk, Rubén Cortada o José Coronado.
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Y si algo tiene la fama es que las marcas comienzan a interesarse por uno. Castro, ya asentado en Madrid, ha comenzado su tour por el mundo de la noche. Este miércoles tocó un acto de la marca Pepe Jeans para presentar su nueva línea de relojes. Y como esto va de medir el tiempo, Castro asegura: "Soy muy puntual. A mí no me gusta hacer esperar a nadie, entonces to tampoco se lo hago a los demás".
Lo que está claro es que Jesús Castro ha llegado justo a tiempo. En un momento en el que el público español estaba huérfano de ídolos. Él, sin embargo, prefiere tener los pies en el suelo. Al menos, de momento. "En algún momento pasará la fama y dejaré de ser el chico de moda. No puedes vivir toda la vida creyendo que esto va a durar siempre. Mientras dure hay que disfrutar todo lo que pueda con los pies en el suelo", confiesa.
El actor ha dejado su Cádiz natal para instalarse en Madrid y aprovechar este tirón mediático para impulsar su carrera. "No tiene que ver nada con mi vida en Cádiz. Es un adiós a la costa, a la gastronomía, al pescaíto frito, al olor a campo, a cuando llueve. Adiós a todo. Pero es un hola a muchas cosas, a cosas nuevas. Yo los cambios bruscos los llevo muy bien, quitándole la importancia que los medios de comunicación le dan.
Ahora, Castro tiene que verse en las portadas de las revistas. Su vida ya no es tan pública, y el actor sigue siendo reticente a este mundo. "Hay algunos momentos que la fama agobia y te apetece tranquilidad, pero uno sabe dónde se ha metido y toca apechugar con lo bueno y con lo malo", dice el actor. Lo que tiene claro es que la fama no se le ha subido a la cabeza: "Nunca he levantado los pies del suelo".
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