Mandela luchó durante más de medio siglo contra el régimen racista del "Apartheid" en cuyas cárceles pasó 27 años. Allí contrajo unos problemas pulmonares que sufría de forma recurrente. Tras ser liberado en 1990, Madiba, así es como se le conoce entre sus más allegados, encabezó junto a Frederik de Klerk, el último presidente del Apartheid, el desmantelamiento pacífico del régimen racista. En 1994 fue elegido presidente, puesto desde el que afirmó la improbable mejoría de la situación de paz por parte de la minoría de raza blanca sudafricana.
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Con más de 250 premios a sus espaldas destaca el Premio Nobel de la Paz que recogió en 1993. Fallece así uno de los hitos de la lucha por la igualdad que nos ha dejado varias frases dignas de ser recordadas en forma de pequeño homenaje a Mandela:
"La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad".
"Nunca me he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel".
"Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo".
"Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí".
"Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre".
"Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí".
"Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos".
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