El campo de estrellas que es Hollywood resplandece con menos fuerza estos días. Después del suicidio el lunes del rey de la comedia, Robin Williams, en la madrugada de hoy conocíamos la pérdida de otro de esos mitos que marcó la meca del cine de los años 40 y 50. La legendaria actriz Lauren Bacall ha fallecido por causas naturales en su apartamento de Nueva York cuando estaba a punto de cumplir 90 años.
Nacida en el barrio del Bronx (Nueva York) en 1924 y de familia judía, la belleza frágil y elegante de Lauren Bacall deslumbró Hollywood cuando tan solo contaba con 19 años de edad. De la mano de Howard Hawks debutó en el cine con la película Tener y no tener (1944), en la que compartía cartel con Humphrey Bogart, quien se convertiría, a partir de ese momento, en su partenaire tanto profesional como personal, hasta la muerte de éste en 1957 a causa de un cáncer. Fue con él con quien tuvo, además, dos hijos: Leslie y Stephen. En el año 1961 contrajo matrimonio con Jason Robards de quien se divorció ocho años más tarde y de cuya unión nació su tercer hijo.
Dentro de sus interpretaciones más recordadas, se encuentran sus personajes de El sueño eterno (1946), La senda tenebrosa (1947) y Cómo casarse con un millonario (1953), algunas de las máximas representantes de la época dorada de Hollywood. A partir de los años 60, la actriz centró su carrera profesional en el teatro, donde cosechó dos premios Tony.
Ya en 1996 participó en El amor tiene dos caras, dirigida por Barbra Streisand y que le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto. Sin embargo, no sería hasta el año 2009 cuando la Academia de Cine estadounidense reconociese su carrera con un Oscar honorífico. Obtuvo también el Premio Donostia en 1992 y dos Globos de Oro .
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En los últimos años, Lauren Bacall disfrutaba de la tranquilidad y la distancia al celuloide desde Nueva York, la ciudad que la vio nacer. La elegancia y belleza perenne de una diva dejan hoy algo más huérfano a Hollywood, que ha visto en poco más de 24 horas cómo se iban dos grandes de sus referentes, salvando las distancias temporales y profesionales.