Con "singular emoción" y sentado tras su mesa de Zarzuela, el Rey Juan Carlos ha querido explicar, a través de un vídeo de alrededor de cinco minutos y que ha sido grabado sobre las 11 de la mañana, el motivo de su abdicación. Con una iluminación algo oscura y una bandera europea, otra española y dos fotos- una junto a Felipe y Leonor y otra junto a su padre- como fondo, el monarca ha anunciado el fin de su reinado "una vez recuperado físicamente".
Echando la vista atrás y recordando la Transición, Don Juan Carlos ha querido rendir un homenaje a su padre, el Conde de Barcelona, al que ha definido como "el rey de todos los españoles". "Hoy, cuando vuelvo atrás la mirada no puedo más que sentir orgullo y gratitud hacia vosotros", señalaba.
Un agradecimiento que ha ampliado a los españoles, a los que le han ayudado "con generosidad" y especialmente a Doña Sofía, "cuya colaboración y generoso apoyo no han faltado nunca".
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Su labor la deja en manos de su hijo, Don Felipe, al que ha alabado señalando su "madurez, preparación y estabilidad para adquirir la Jefatura del Estado". "Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando", señalaba el monarca antes de destacar en la figura de su hijo la clave de la Monarquía: "Mi hijo Felipe encarna la estabilidad, seña de la Monarquía".
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Un discurso en el que ha querido destacar su dedicación a España, "he puesto toda mi ilusión y trabajo" y que ha finalizado con la frase "guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón".