No todo el mundo conocía a Meghan Markle cuando se anunció su compromiso con el príncipe Harry. Sin embargo, la actriz ya empezaba a tener cierto renombre en Hollywood después de haberse convertido en una de las protagonistas de la serie Suits. Pero lo cierto es que Meghan no era la estrella de las pasarelas que es hoy en día.
Como suele pasar con todas las mujeres de las familias reales europeas, cada nuevo modelito que se ponen se convierte en noticia. Y por eso Meghan Markle ya tiene una buena partida presupuestaria para renovar todo su armario y que así vaya más acorde a los actos públicos en los que acompaña a Harry.
Este verano se convertirá en la mujer de Harry y esto le da un estatus muy importante en la Familia Real Británica. De ahí que Meghan ya no sea la misma que conocimos en la televisión americana y que se apuntaba a cualquier photocall con un look muy distinto, mucho menos sofisticado y con más ganas de enseñar carne.
Desde que Meghan se convirtiera en prometida de Harry, sus vestidos son mucho más vaporosos. Ahora su estilo se parece mucho más al de Kate Middleton, con cortes mucho más sofisticados y con menos escotes que los que lucía en su etapa anterior.
Meghan posaba en muchas alfombras rojas con faldas cortas y vestidos ceñidos de tubo. Ahora le gustan los abrigos largos, las faldas con volantes y los vestidos más sueltos. Un estilo mucho más acorde al de la Familia Real.
La boda está cada vez más cerca y se empiezan a conocer los primeros detalles del enlace que oficiará la nueva posición de Meghan. De cara a ese enlace el 19 de mayo, la Casa Real Británica ya ha hecho oficial cómo serán las invitaciones de la boda. Unas 600 personas han sido invitadas a la boda del príncipe Harry y su prometida. Las invitaciones se publicaron a principios de esta semana, dijo la residencia oficial de Harry, sin revelar quién había hecho la lista de invitados.
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