No pudieron resistirse a la tentación. Llegaron por separado a la ceremonia de entrega de los Premios Goya. Ella era invitada y él era el maestro de ceremonias. Desde la lejanía, Clara Lago miraba con una sonrisa de oreja a oreja a Dani Rovira, subido al escenario.
Los planos de TVE de la actriz eran constantes. Todo el mundo quería ver la reacción de la novia con cada chiste del presentador. Y entonces llegó el momento.
Dani Rovira estaba nominado a Mejor Actor Revelación por su papel en Ocho apellidos vascos, película en la que conoció a la que ahora es su novia. Para escuchar el resultado se sentó en el patio de butacas, junto a ella. Y fue ella la que le besó cuando Terele Pávez y Jorge Sanz gritaron su nombre.
La imagen recordó a los espectadores al momento en el que que Iker Casillas besaba a Sara Carbonero ante las cámaras de Telecinco. Y la imagen se convirtió en el vídeo del día. Tal y como ha pasado con estos Goya. Ya no importa cuántos premios se llevase La isla mínima o El niño. El premiado fue Dani Rovira.
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