La relación de Cristina Pedroche y David Muñoz va viento en popa. Hace apenas unas semanas se conocía este nuevo romance y, de la noche a la mañana, se han convertido en una de las parejas más mediáticas del momento. Y mejor avenidas.
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Siempre muy cerrada a hablar de su vida más privada, ahora Cristina Pedroche no tiene reparos a la hora de hablar de su relación. Lo hace ante los medios de comunicación, con una sonrisa de oreja a oreja, y lo hace incluso en el programa en el que colabora, Zapeando, cuando sus compañeros le sueltan algún comentario en directo.
La relación se afianza. Y es que este mismo fin de semana los dos demostrado lo bien conectados que están en sus gustos y pasiones. El domingo por la mañana Muñoz y Pedroche, grandes aficionados al mundo del running, salieron a correr por separado. Ella lo hizo en Parla y él lo hizo en Fuencarral.
Después, por la tarde, se unieron para pasar la tarde juntos. El cocinero acudió a buscar a su novia en un coche blanco. Sí, un Mercedes, como la marca que ahora le acompaña en cada espacio publicitario. Comieron en un restaurante italiano y después fueron a casa de los padres de Pedroche, donde pasaron varias horas.
Pasearon sonrientes delante de las cámaras. Pero nada de arrumacos. Aunque no tienen miedo en esconder su relación, todavía no pasean de la mano cuando hay cámaras delante. Y es que la pareja no está dispuesta a dejárselo tan fácil.
Todavía están sorprendidos por la atracción que generan. Y prueba de ellos es la anecdótica fotografía que el propio Muñoz hizo con su móvil a los fotógrafos.
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