En la más estricta intimidad y la con la discreción que caracteriza la vida privada de Brad Pitt y Angelina Jolie tuvo lugar el "sí, quiero" de una de las parejas más atractivas de Hollywood. Ya en el enlace, Angelina dejó patente el amor que sienten por sus seis pequeños con un vestido de novia firmado por Versace en el que estaban plasmados los dibujos de sus seis hijos. Y han sido precisamente ellos, los hijos del matrimonio, la clave de un acuerdo prenupcial que busca proteger a los pequeños ante un hipotético divorcio o el fallecimiento de uno de los cónyuges.
Las cláusulas recogidas en este contrato, hacen referencia a la separación, muerte o infidelidad de alguno de los cónyuges. Uno de los aspectos más sorprendente es que la pareja ha acordado que, en caso de separación, el cuidado de los niños será de Angelina Jolie y su entorno. Eso sí, la custodia será solamente para la actriz cuando el divorcio se produzca por una supuesta infidelidad de Brad. Por otro lado, la pareja también ha querido pactar qué ocurrirá con su fortuna el día en el que alguno de los dos fallezca. Una parte de la herencia del matrimonio se repartirá entre los vástagos de la pareja: Maddox, Zahara, Pax, Shiloh, Knox y Vivienne. La fracción restante irá a parar a los orfanatos de Vietnam, Camboya y Etiopía en los que Angelina adoptó a tres de sus hijos. También plantean donar una parte a la investigación contra el cáncer, un tema con el que la que interpretase a la heroína Lara Croft está muy sensibilizada tras la pérdida de su madre por un tumor de ovarios en 2007.
En el caso de separación, las ganancias de los actores se repartirán de acuerdo a la fortuna que acumulaba cada uno con anterioridad al enlace. El capital efectivo de la pareja asciende a 325 millones de euros, de los cuales 185 pertenecerían a Brad Pitt y 140 a Angelina Jolie. Por último, han acordado que las ganancias que el matrimonio acumule a partir de ahora se repartirán de forma igual entre los pequeños. Según apuntan algunas fuentes cercanas a la pareja, ha sido el actor quien habría impulsado este acuerdo prematrimonial, ya que Angelina Jolie se mostraba más reticente por considerar que este tipo de cláusulas abogan el matrimonio al fracaso.
LETTER
Pero ellos no son los únicos que se apuntan a esta moda hollywoodiense de cerrar los matrimonios con acuerdos insólitos y, muchas veces, millonarios. Por ejemplo, Michael Douglas debería recompensar a Catherine Zeta Jones con un millón de dólares por cada año que hayan pasado juntos en caso de que sus caminos se separase. En el caso de Tom Cruise y Katie Holmes, la "recompensa" por el tiempo que duró la unión ascendería a 3 millones de dólares por cada año que irían a parar a manos de Katie. Mel Gibson, Michael Jordan, Steven Spielberg o Tiger Woods tuvieron que ceder cantidades desorbitadas de sus fortunas a sus ex parejas debido al acuerdo nupcial que firmaron antes de contraer matrimonio. Cuando hay grandes fortunas de por medio, los acuerdos prematrimoniales parecen ser una decisión obligada y, muchas veces, con consecuencias millonarias para una de las partes.