¿Prefiere machacarse en el gimnasio tres horas al día o tomarse una buena cervecita en la terraza? Esta es la pregunta que se han hecho muchos hombres en los últimos años. Algunos dicen que está de moda la barriguita y a otros simplemente les ha venido bien como excusa para dejar las pesas.
Ser un fofisano está de moda. Es un término que viene de EEUU para describir a aquellos hombres que no tienen cuerpos esculturales pero que su barriga les hace hombres atractivos y nada desagradables a la vista.
A esta especie de religión se ha unido David Bustamante. Nos encantaba que llegase el verano sólo para ver los abdominales de este hombre en la playa. No tardaba mucho en quitarse la camiseta y eso le alegraba la vista a cualquiera. Pero ahora ha preferido dejar eso del gimnasio y esta semana le hemos visto presumir de michelines en las aguas de Cuba junto a Paula Echevarría.
Como él, otros actores que antaño eran portadas de revistas deportivas para lucir palmito ahora ya visten con camisas anchas para que no se le note el cochinillo que se zamparon la noche anterior. Actores como Ben Affleck, Leonardo DiCaprio o Javier Bardem hacían suspirar a más de una. Ahora, sólo tiembla el chocolate cuando están ellos delante.
También en España hay cuerpos de los que hablar. Alejandro Sanz, Antonio Banderas, Francisco Rivera o Arturo Valls nunca han sido hombres que presumiesen de cuerpo. Ahora, sin embargo, se han puesto de moda gracias a este giro del destino. La barriga está de moda. Eso dicen ellos. Aunque las mujeres siempre seguirá suspirando por una buena tableta en el pecho.
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