Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo ya son marido y mujer… ¡Otra vez! Una de las parejas reales más estables del panorama europeo ha decidido casarse de nuevo, esta vez por la vía religiosa después de la primera boda que tuvo lugar el pasado agosto. Así, el paraíso nevado de Gstaad, en Suiza, se ha convertido en un escenario de cuento de hadas para acoger a los 350 invitados así como a la peculiar pareja. En torno a las 19:30 horas se produjo el enlace en la Iglesia de San Nicolas (una capilla romana de la localidad suiza Rougemont) mientras sonaba la pieza Ave María. Aunque aún no han trascendido imágenes oficiales, sí se sabe que Tatiana fue la última en llegar al enlace (no podía ser de otra manera) y lo hizo vestida de Valentino. A falta de que vean la luz las primeras imágenes solo nos queda preguntarnos si iría tan guapa como en su boda civil.
Una vez más, y para no perder la costumbre, la pareja ha organizado una boda completamente blindada al público, a los medios y a los paparazzis, por lo que la información de la misma va llegando a cuentagotas. En el enlace estuvo la familia de Andrea casi al completo: su madre Carolina de Mónaco (que llevó a su hijo del brazo al altar), su tío Alberto, sus hermanos Pierre y Carlota… Y tampoco faltó representación de la alta sociedad española, con invitados como Borja Benjumea, Juan Figueroa o Alejandra de Rojas. Como curiosidad, también asistió a la boda la actriz Macarena Gómez, cuyo marido Aldo Comas es amigo íntimo del novio.
Al mediodía de este domingo, una vez finalizada la celebración, está previsto un último brunch en el lujoso hotel Palace (uno de los elegidos por la pareja para alojar a sus invitados), donde se despedirá a todos los asistentes de esta lujosa boda llena de secretísimo. Andrea y Tatiana, en cambio, se alojan en el hotel The Alpina, en un duplex con chimenea, televisión en los espejos y spa privado.
Desde luego, si alguna vez decidís casaros con alguien de la realeza, tomad nota del lugar ideal para ello, y si no nos creéis, echad un vistazo al vídeo de presentación del hotel. Es simplemente perfecto. Aunque eso sí, si lo hacéis, que no sea una boda tan hermética… ¡Queremos enterarnos de todo! Mientras tanto, solo nos queda decir a Andrea y Tatiana, una vez más, ¡que vivan los novios!
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