Ana Morgade llegó con pasos silenciosos a la televisión. Comenzó como colaboradora de Buenafuente y comenzó a cogerle gusto a eso de las cámaras. De pronto, se ha convertido en una indispensable en todo programa de humor que se precie. Zapeando, El hormiguero, que arranca este lunes su nueva temporada, y Tu cara me suena serán sus restos este año.
¡Estás en todas partes! ¿Cómo lo estás haciendo?
He tenido que sacrificar las vacaciones, que es una cosa que me ha dado mucha pena por dentro, pero es una cosa que hay que aprovechar. Nuestro oficio es muy ingrato en ese sentido y es muy inestable. Hay veces que estás muy arriba y esto no te da ninguna garantía y te pueden volver a bajar en cualquier momento. Hay que ser un poco paciente y aprovechar las cosas buenas.
¿No te preocupa cansar a los espectadores?
Yo espero que no. Por eso intento estar muy poco ratito. En El hormiguero estoy un poquito, a Zapeando voy otro poquito. Soy muy de poquitos.
¿Cómo llevas la repercusión?
No te creas que hay tanta. Llega un momento en que hay tantos canales que hay más gente que hace tele que gente que la ve. Mientras estén por ahí los grandes mediáticos de España, yo paso muy desapercibida.
¿No te agobia la gente pidiéndote fotos?
Si es que yo en cuanto me quito el tacón y el maquillaje soy una morena española más. Eso es lo bueno. Si viviera en Noruega estaría jodida, pero aquí somos todas iguales.
© Gtres
¿No te da miedo confundirte con el programa que estás presentando con tanto cambio?
Lo que sí me ha pasado es que me han confundido a mí. ¡Anda que no me han dado veces la enhorabuena por El intermedio. Me cambian el apellido... Me llaman Ana H. Estas cosas pasan todo el rato.
¿Qué nos vas a ofrecer en 'El hormiguero'?
A mí me gusta mucho el mundo de cómo internet te ve. Es como una especie de espejo de feria donde te encuentras cosas que no te esperabas de ti mismo. Da para mucho material y vamos a intentar sacar de aquí todo tipo de links locos, desde páginas a las que te remita hasta búsquedas en google.
¿Eres muy friki?
Yo soy súper friki de internet. Lo he dicho y lo digo de verdad, internet me parece mejor que la vida.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido buscándote en google a ti?
Hay una cosa que a mí me hace mucha gracia porque partió de una broma que hizo Andreu Buenafuente hace muchos años. Hay mucha gente que me busca los pies por internet y yo tengo unos pies muy normales. Tengo un 38 y tengo 10 dedos en total.
Me estás dejando a cuadros....
Bueno, y hay otro grupo de personas que también buscan dos cosas sobre mi que no son los pies. Eso cada vez es menos por suerte. La gente se da cuenta del perfil que tiene cada uno.
¿Te moleste que se hagan ese tipo de comentarios para una presentadora?
Creo que en esas cosas es importante no cargarlas más de importancia de lo que tiene. Es evidente que yo tengo un escote generoso, es mi fisionomía. Lo que es malo es que alguien piense que esa es la razón por la que estás en ese lugar. Eso es lo triste. En realidad hay que estar relajado con el cuerpo que tiene uno. ¿Qué hago? ¿Me amputo?
También está bien sacarle partido a un cuerpo bonito...
¡Claro! ¿Tengo que salir con un saco de patatas puesto para que la gente me escuche? Creo que hay un término medio. Hay que adaptar el vestuario al discurso y al carácter. Si sales vestida de mamachicho es difícil que luego des los presupuestos generales del estado. La gente no te va a escuchar muy bien.
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