Si ser una de las mujeres más guapas del planeta y la cuarta modelo mejor pagada del mundo -después de Natalia Vodianova, Kate Moss y Gisele Bündchen- no fuera suficiente, Adriana Lima quiere añadir a esa lista de virtudes la de hablar castellano con impactante fluidez, algo en lo que ha influido su pasión por el flamenco y su residencia en Miami junto a su marido, el jugador de baloncesto serbio Mario Jaric.
"Escucho mucha música en español, me encanta Estrella Morente y el flamenco. Así, poco a poco voy aprendiendo. Además, vivo en Miami, donde mucha gente habla español y viví en España ocho meses, cuando mi marido jugaba al baloncesto en el Real Madrid", admitió la despampanante maniquí en la rueda de prensa posterior al desfile de Desigual en Barcelona.
Lejos de que los constantes viajes hayan podido hacer mella en ella, Adriana siempre se enfrenta con entusiasmo a cada nuevo proyecto profesional. Cada nueva sesión de fotos supone una oportunidad para conocer el mundo y reencontrarse con aquellos lugares que le han marcado en el pasado, entre ellos España, de cuya cultura se declara muy cercana.
"Viajar y trabajar por todo el mundo me da el privilegio de conocer gente de distintas culturas y de regresar a lugares que me encantan, como España. La gente aquí es muy apasionada y yo soy un poco así, por eso me siento en casa cuando vuelvo", confesó.
Sin embargo, sus múltiples compromisos profesionales obligan a la supermodelo a estar alejada de sus dos hijas, Valentina, de tres años y Sienna, de 10 meses, durante largos periodos de tiempo. Pero para combatir la distancia, Adriana tiene una solución infalible: mantenerse activa en las redes sociales, a través de las cuales puede mantener un contacto continuo con sus familiares y seguidores.
"Soy muy activa en las redes porque viajo mucho y creo que es importante mantener la conexión con mi familia, mis amigos y los fans. Por ejemplo, mi hotel en Barcelona tiene una vista increíble al mar. Lo primero que hice fue una foto y la subí a Instagram", bromeó.
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