Desde que diversas seguidoras de la banda presentaron las acusaciones contra Til Lindemann, se han formado protestas en varios de los conciertos de su gira europea y se han iniciado peticiones para intentar cancelar algunos de los próximos eventos.
La Fiscalía de Berlín ha abierto una investigación formal contra el cantante de Rammstein, Lindemann, después de que varias mujeres realizaran acusaciones alarmantes. Según los testimonios, las mujeres fueron supuestamente seleccionadas previamente y se les ofreció acudir a fiestas posteriores a los conciertos, donde se producían casos de violencia y abusos sexuales.
Uno de los testimonios más espeluznantes fue el de una joven irlandesa de 24 años, quien relató cómo fue drogada sin consentimiento en una fiesta organizada por miembros de la banda y cómo Lindemann actuó de forma violenta cuando ella rechazó mantener relaciones sexuales con él.
Las redes sociales se inundaron de testimonios similares de otras mujeres, quienes señalaron una "responsable de casting" de la banda que reclutaba jóvenes atractivas bajo falsos pretextos para luego demandar que mantuvieran relaciones sexuales con Lindemann.
Cabe mencionar que en 2020, el vocalista publicó un poemario que incluía varios versos que narraban abusos sexuales, incluso fantaseando con violar a una mujer inconsciente a la que previamente había ofrecido tranquilizantes en una copa de vino. Ante las denuncias, la editorial del poemario, Kiepenheuer & Witsch, ha decidido romper toda colaboración con Lindemann.
Es fundamental que las acusaciones sean investigadas con rigor y que se garantice la justicia para las presuntas víctimas. Además, es responsabilidad de la industria musical tomar acciones contundentes para erradicar el abuso sexual y asegurar ambientes seguros en los eventos musicales.
El caso de Rammstein debe servir como un llamado de atención a toda la industria, recordándoles que no hay lugar para el abuso ni la impunidad. La música y los conciertos deben ser espacios de disfrute y respeto, donde todos los asistentes puedan sentirse seguros y protegidos.
La denuncia contra Lindemann y Lorenz no debe pasar desapercibida, y se espera que las autoridades y la industria tomen medidas efectivas para prevenir y sancionar cualquier acto de violencia sexual en el ámbito musical.
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