Imagina a un chico malo con mirada penetrante, sonrisa pícara y una melena rebelde que recuerda a los ídolos del rock. Ese es Aaron Taylor-Johnson, el actor británico que ha conquistado Hollywood y que ahora suena con fuerza para convertirse en el próximo James Bond.
Desde que Daniel Craig anunciara su despedida del papel en 2019, las especulaciones sobre quién sería su sucesor han sido tema de conversación recurrente en círculos cinéfilos y medios de comunicación.
Ahora, parece que la espera ha llegado a su fin, y Taylor-Johnson con solo 33 años, rompe con el molde tradicional del agente 007. Atrás quedan los Bonds maduros y elegantes. Taylor-Johnson aporta una dosis de frescura, dinamismo y rebeldía al personaje, algo que sin duda cautivará a una nueva generación.
Pero Aaron no solo conquista en la pantalla. Su vida personal también ha generado expectación, especialmente por su relación con la directora Sam Taylor-Wood, 23 años mayor que él. Una diferencia de edad que no ha sido impedimento para su amor.
Se conocieron cuando Aaron tenía solo 19 años y ella 42. La chispa surgió durante el rodaje de "Nowhere Boy", y tres años después se casaron. Juntos tienen dos hijas y han demostrado que el amor no entiende de convencionalismos.
A pesar de las críticas y los comentarios sobre la diferencia de edad, la pareja se mantiene unida y feliz. De hecho, en 2022 celebraron su décimo aniversario con una emotiva renovación de votos.
Su incursión en el mundo de los superhéroes lo llevó a protagonizar las películas "Kick-Ass", donde encarnó al carismático Dave Lizewski. Posteriormente, se unió al Universo Cinematográfico de Marvel como Pietro Maximoff, también conocido como Quicksilver, ganando así el reconocimiento del público y la crítica especializada.
Pero su talento va más allá de la interpretación. Taylor-Johnson ha incursionado en el mundo de la moda, siendo rostro de reconocidas marcas como Giorgio Armani. Además, su actuación en "Animales nocturnos" le valió un Globo de Oro como mejor actor de reparto, demostrando su capacidad para destacar en roles desafiantes y complejos.
Su última película, "Bullet Train", llegó a los cines con gran expectación, donde compartió pantalla con estrellas de la talla de Brad Pitt. En este thriller de acción, Taylor-Johnson se sumerge en el papel de un antagonista implacable, mostrando una vez más su versatilidad y compromiso con cada proyecto en el que se embarca.
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Con el anuncio de su papel como el nuevo James Bond, las expectativas están por las nubes. Taylor-Johnson se enfrenta a un desafío sin precedentes, pero si algo ha demostrado a lo largo de su carrera es que está más que preparado para asumirlo. Su carisma, talento y determinación lo convierten en un candidato indiscutible para llevar adelante el legado de 007, y sus fans esperan con ansias verlo en acción en la próxima entrega de la saga.