1- El traje rosa de Jackie Kennedy se encuentra en una cámara acorazada de los Archivos de la Nación
Aquel traje de chaqueta y falda rosa que tanto gustaba a su marido y que Jackie lució aquel trágico día, forma parte en la actualidad de los Archivos de la Nación. Cincuenta años después del magnicidio de Dallas, ese inocente traje de color chicle bañado en sangre, se encuentra en una cámara acorazada en los suburbios de Maryland protegido de la luz y el aire.
2- El cerebro reventado de Kennedy desapareció del hospital donde se le practicó la autopsia
Es uno de los datos más llamativos. Philip Shenon, periodista de The New York Times, señalaba este dato en su último libro. Junto a la desaparición del cerebro del presidente de los EEUU en pleno hospital, se une el famoso sombrerito que lucía aquel día la primera dama.
3- Robert Kennedy vistió durante meses la ropa de su fallecido hermano
A pesar de que algunas fuentes apuntan a que el hermano del presidente podría ser uno de los cuatro responsables de la farsa que rodea el caso al firmar un documento que negaba cualquier sospecha de conspiración, lo cierto es que Robert Kennedy estaba obsesionada con su hermano y su muerte. A tal punto llegaba su obsesión que durante meses vistió la ropa de su fallecido hermano e incluso llegó a abrir su propia investigación para determinar si la mafia estaba implicada.
4- Jackie Kennedy recibió más de 800.000 cartas de condolencias de ciudadanos americanos
Más de 800.000 cartas de condolencias de ciudadanos estadounidenses llegaron a la residencia de Jackie Kennedy en las 7 semanas posteriores a la muerte de John Fitzgerald Kennedy. Precisamente con motivo del aniversario se publica un documental titulado Letters to Jackie: Remembering President Kennedy’ (Cartas a Jackie: recordando al presidente Kennedy), dirigido por Bill Couturié en las que aparecen 250 de ellas.
5- El homicidio de JFK fue el evento noticioso ininterrumpido más extenso en la televisión hasta la cobertura del 11S
A pesar de que ninguna cámara de televisión grabó aquel trágico momento ya que se decidió que aquel tramo de Dallas carecía de importancia informativa, lo cierto es que tan sólo 10 minutos después de que se produje el disparo la CBS transmitió el primer boletín televisivo nacional sobre el crimen. Tras ello, las tres cadenas - CBS, ABC y NBC- interrumpieron su programación habitual para cubrir el asesinato durante los posteriores cuatro días.
6- Las imágenes de la tragedia: 150.000 dólares
La película de Zapruder es la única prueba visual que se tiene del magnicidio. Este ciudadano ruso que hacía pocos días que había estrenado cámara de vídeo grabó una de las secuencias más importante en la historia de los EEUU. A las pocas horas del suceso, Zapruder consiguió vender las imágenes por 150.000 dólares. Una auténtica barbaridad en aquella época.
Las teorías conspiratorias señalan que la escena que todos hemos visto no es la verdadera ya que podría haber fragmentos cortados o manipulados. Lo cierto es que él se quedó con varias copias y tal vez en ellas se encuentran todo el material.
7- Su asesino no fue arrestado por el asesinato de JFK
Lee Harvey Oswald, único sospechoso de la muerte de Kennedy por la policía, en realidad, fue detenido por matar al policía Tippit 45 minutos después de matar a Kennedy. Tras ello fue culpado de ambos homicidios, algo que él negó. Mientras era llevado a la cárcel, dos días después, fue asesinado por el supuesto mafioso Jack Ruby.
8- Más de 100 testigos de la tragedia murieron poco después
Casi 100 personas relacionadas con el asesinato de JFK perdieron la vida en días y meses posteriores. Numerosos suicidios y accidentes sin respuestas de agentes de la CIA que implicaban a la agencia estatal en el magnicidio o agentes con pruebas del proceso murieron en extrañas circunstancias.
9- La seguridad que custodiaba al presidente había salido a beber la noche anterior
Este dato estuvo oculto durante años y aún se desconoce el por qué. Una de las posibles explicaciones que aumentan la trama conspiratoria es que Kennedy muriese a causa de un disparo fortuito de la propia seguridad del presidente que iba en el coche y que, al no estar muy experimentado en estos temas, se asustase tras escuchar disparos y acabase disparando, sin querer, contra el propio presidente. La fuerte resaca que todos tenían explicaría esta posible respuesta. Se dice que este policía podría ser George Hickey.
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10- Asesinar al presidente no era un crimen federal en 1963
A pesar de que tres presidentes estadounidenses fallecieron asesinados - Lincoln, James Gardfield y McKinley- en aquella época matar o intentar agredirlos no era una ofensa federal. Dos años después de la muerte de Kennedy, en 1965, se empezó a considerar como tal.