Puede parecerte que aplicar correctamente la máscara de pestañas es algo muy sencillo, pero cometer errores es más común de lo que parece. ¿O acaso no has visto chicas con más pegotes que una pared de gotelé o con más rímel en el párpado que en las propias pestañas? Para evitar esto, es recomendable fijarse bien no solo en la máscara en sí, sino también en el tamaño y forma de su cepillo y dominar los movimientos adecuados para aplicarla lo mejor posible.
Como todo en la vida, dominar la técnica es cuestión de práctica, por lo que en tu Beautiful Box de junio encontrarás todo lo necesario para darle a tu mirada la profundidad que se merece. ¡No te quedes sin ella!
Cuestión de tamaño
Si tu ojo es pequeño es recomendable utilizar un cepillo de elastómero o silicona de menor tamaño y que sea más manejable, para así evitar posibles manchas en el párpado. Lo ideal será que sus cerdas estén bastante juntas, ya que este tipo de cepillos alargan al máximo las pestañas y les aportan volumen a cada una de ellas sin dejar grumos ni agrupaciones.
En caso de que tu ojo sea más grande, utiliza un cepillo maxi de fibras para abarcar de una sola pasada todas tus pestañas.
Cómo aplicarla
Aplícala con movimientos en zig-zag para conseguir más volumen y si lo que quieres es un efecto pestañas postizas existen máscaras potenciadoras que se combinan con tu rímel habitual, y ofrecen diferentes efectos: volumen, definición, longitud ¡e incluso glitter!
Tanto la zona de las pestañas como la zona periocular son extremadamente delicadas y sensibles y merecen un cuidado especial. Así, nuestro consejo es que nunca olvides desmaquillarlas a fondo con productos específicos para los ojos, que estén oftalmológicamente testados y si pueden ser hipoalergénicos, mejor que mejor.
¿Prefieres usar pestañas postizas? ¡Te enseñamos!
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