"El decoro es un ornamento de la mujer, y lo es también del hombre. La mujer debe ser decorosa, saber qué es lo decente. No debería reírse en voz alta delante de todo el mundo, ni hacer movimientos seductores". Estas palabras que suenan retrógradas y propias de otro tiempo fueron pronunciadas hace unos días por el viceprimer ministro turco Büllet Arinç. Las mujeres turcas no dudaron ni un momento sobre cuál iba a ser su respuesta.
Carcajadas, risas y bonitas sonrisas de mujer. Solas o en grupo. Ya son más de 300.000 los tuits que han llenado de alegría y belleza femenina las redes sociales en protesta por las declaraciones del Gobierno de Erdogan. La reacción de las mujeres turcas no se hizo esperar y en poco tiempo Twitter contaba ya con miles de fotos de mujeres sonriendo bajo los hastag #arinc o #direnkahkaha ("la risa es la resistencia"). Muchas otras mujeres alrededor del mundo también han tomado parte en esta campaña.
Y es que esta no es la primera vez que el Gobierno turco, en el poder desde hace 12 años, da muestra de su ideología machista. Así, ha ordenado disgregar a los chicos y chicas en las residencias universitarias, ha prohibido los partos por cesárea, el aborto, recomienda a las mujeres tener al menos tres hijos y aún no ha condenado públicamente los atroces matrimonios concertados de menores.
Y es que, ¿con qué autoridad se cree el Gobierno turco para prohibir a las mujeres expresar su felicidad? ¿Acaso pretenden decirnos que la libertad de la mujer es algo indecoroso? ¡Ni hablar!
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