Audrey no solo se ha convertido en la primera mujer transexual que ha llegado al gobierno de su país, también es pionera en ser una de las pocas mentes brillantes que se dedican a la política. Y no es cuestión de prejuicios, sino de estadística: su cociente intelectual alcanza los 180, una característica que solo el 0,00002% de la población mundial posee. Supera incluso a genios como Stephen Hawking.
No es de extrañar que Audrey comenzase a adentrarse en el mundo informático a una edad tan temprana: con 8 años comenzó a programar sin tener un ordenador si quiera, con 16 fundó su primera empresa, un motor de búsqueda de canciones en mandarín, y a los 18 años la vendió, al igual que hizo con sus siguientes negocios para poder dedicarse de lleno al activismo cibernético. Cuando cumplió 24 se cambió de sexo y de nombre y se marchó a vivir a Sillicon Valley. Ahora, con 35 años, Audrey se ha convertido en la primera Ministra Digital de Taiwán, un puesto que tiene como objetivo ayudar a resolver problemas basándose en la tecnología y el software libre.
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Esta joven es una de las programadoras más influyentes del planeta y una de las defensoras de los derechos LGTBI más conocidas de su país. En el 2014, durante el Movimiento del Girasol en Taiwán, una protesta estudiantil contra el acuerdo de libre comercio que se estableció, ella se encargó de emitir la revuelta en directo para que llegase a todo el mundo. Instaló cables, cámaras y altavoces y desarrolló una infraestructura para poder transmitir la manifestación en streaming. Una iniciativa para promover la libertad de expresión.
Audrey Tang defiende un sistema democrático no solo en la política, también en la red, la cual, insiste, debería ser más colaborativa. "En general estamos demasiado acostumbrados a una cultura familiarizada con la idea de millones de personas que escuchan y demasiado poco con la de millones de personas colaborando al mismo tiempo", explica la hacker. "Los procesos de participación deben buscar mecanismos similares a los del juego, como hace Uber o Pokemon Go, cuyo elegante diseño de la experiencia potencia la voluntad de uso”.
Sus ideas sobre la transparencia y la comunicación que un gobierno debe transmitir a la sociedad, así como sus habilidades digitales, han convertido a Audrey en la mejor candidata para el puesto de Ministra Digital, sin duda una oportunidad para abrir un nuevo camino político.
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