¿Qué motivo de peso existe para que no se pueda viajar con los niños?¿Acaso no existen potitos y pañales en otros países?¿No serán los peques capaces de aguantar la visita a un divertido museo? Es verdad que no es igual viajar en solitario o en pareja que hacerlo con niños. Por si te quedaba alguna duda, sí, hay que planificarlo todo al máximo. Traslados, alojamientos, lugares de interés, rutas… Todo tiene que estar preparado desde casa.
Hasta el más mínimo detalle puede evitarte perder un tiempo valioso en el destino elegido, además, así te ahorras que los peques se cansen en las esperas y comiencen los berrinches y el "¿cuándo llegamos?". Es muy importante que cambies el ritmo del viaje para adecuarlo a las rutinas que tu pequeño tenga instauradas en casa por eso aquí os dejamos una serie de consejos para viajar con niños y bebés.
1. Siempre que se pueda intenta viajar por la noche
Da igual cuál sea el medio de transporte, tanto si vas en coche, tren, barco o avión los traslados nocturnos son fabulosos para los peques duerman durante todo el trayecto evitando aburrirse en ellos. En el caso de que vayan despiertos una gran opción puede ser recurrir a los típicos juegos como el "veo, veo" o cantar canciones en familia.
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Por supuesto si en el coche hay incorporadas pantallas para que puedan estar todo el trayecto viendo una película, el viaje se convierte en algo de lo más relajado. Si en casa no aguantan una película entera sin quedarse dormidos, en la comodidad del coche, será pan comido que se echen un sueñecito. Eso sí, tan importante como que el coche, el tren o el avión tengan una pantalla de televisión es elegir las películas correctas. Entre la perfecta recopilación de una supermami viajera debe haber películas tranquilas, de las que hayan visto millones de veces. Si tienen canciones, procura que sean de esas melodías que se pegan y tarareas durante todo el viaje, no de las que les vayan a alterar.
2. A ninguna parte sin conectividad
Además de viajar perfectamente comunicados y localizados, seamos sinceros, inventos como el bluetooth o el wifi nos han hecho la vida un poquito mejor. Si el anterior truco de la televisión en el coche no sirve con tus hijos o si el viaje es muy largo y no hay películas suficientes, llega el momento de sacar la artillería pesada. La tablet o el teléfono móvil suelen ser herramientas maravillosas que en las manos de los más pequeños de la casa funcionan como un calmante. Por suerte existen vehículos conectados, es decir, con conexión a bluetooth o wifi de tal modo que tus hijos pueden jugar con todas las aplicaciones del mundo sin que consuman tu tarifa de datos.
3. Busca apartamentos antes que hoteles
Ésta es una opción muy recomendable sobre todo cuando los niños son aún bebés y más aún para viajes largos. Elegir un apartamento para descansar da la oportunidad de preparar comida allí mismo. Si puedes, busca apartamentos que además cuenten con lavadoras para que se puedas lavar la ropa de los peques.
4. Meter lo justo y necesario en la maleta
La maleta no tiene que incluir todo el fondo de armario del niño. Opta siempre por ropa cómoda y prendas con las que se pueda vestir "en capas" son las mejores opciones tanto para el niño como para los papás. Así si el tiempo os sorprende, sólo tendrás que añadir capas o quitarlas. Además no es necesario llevar "de todo" o los terribles "por si". Un abrigo, bodys, pantalones, camisetas, algún jersey… ¡Apuesta por la ropa básica y funcional siempre!
5. No hay que olvidarse de la salud
Tan importante como ir pertrechado con medicamentos y tarjetas sanitarias, es hacer una visita al pediatra antes de irse de viaje, de esta forma te evitas posibles sorpresas. Además, él mejor que nadie indicará qué se puede llevar en el botiquín para aliviar síntomas leves. Un antipisético y un analgésico siempre serán buenos compañeros de viaje.
Es muy recomendable llevar siempre la Tarjeta Sanitaria Europea cuando se viaja por Europa ya que con ella os aseguráis la asistencia de urgencia y no está de más llevar un seguro de viaje que cuente con una amplia cobertura sanitaria.
6. Los potitos y los pañales, ¡son internacionales!
¡Sí, te lo aseguramos! Algo con lo que todos los padres primerizos y viajeros pecan comúnmente es llevar una maleta dedicada exclusivamente a los pañales y los potitos, como si al lugar al que se viaja no existieran los niños. En todos los supermercados del mundo los venden y además de marcas internacionales muy conocidas por lo que, salvo casos excepcionales como problemas específicos en la piel de los bebés o gustos determinados para los potitos, sería suficiente llevar una cantidad para los primeros días. Aunque por ejemplo, en el caso de que se haga un crucero cuesta más trabajo encontrarlos durante las escalas (por la falta de tiempo), que llevarlos. En ese caso sí, hay que llevarlos desde casa.
7. Incluir actividades que les gusten
Una gran diferencia que existe entre viajar en pareja y viajar con niños es la cantidad de visitas que se pueden hacer. El primer cambio importante que hay realizar en la forma de viajar es sin duda este. Disminuir considerablemente las jornadas y añadir actividades de ocio específicas o enfocadas para niños son las claves del éxito para disfrutar todos juntos del viaje. Actividades como museos con temática “divertida”, paseos en barco o parques infantiles seguro que les encantarán. No es diseñar una ruta exclusiva para los niños o bebés, sino dejarles algo de tiempo para su propio ocio.
8. La seguridad siempre presente en los traslados
Un miedo común entre los padres suelen ser los traslados. El solo hecho de pensar llevar a los niños sin seguridad en coches y taxis puede crear mucha inseguridad en los padres y hacer que no se decidan a viajar con ellos. La mejor solución es contratar un coche de alquiler, que no sólo dará libertad de horarios sino también previa solicitud a la empresa, permitirá llevar una silla de bebé o niño reglamentaria.
Asimismo para trayectos cortos tipo aeropuerto-hotel habitualmente estas empresas suelen disponer de estas sillas de bebé y su solicitud no suele generar ningún problema. Fuera de Europa la cosa se complica ya que no existe esta disponibilidad siendo así necesario que llevéis vuestra propia silla de bebé o un alzador portátil en el caso de los niños mayores.
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