Entre fines de semana muy bien organizados y algún que otro puente, hacer una escapada familiar sin tener que abandonar la geografía española, se convierte en una buena opción para salir de casa y pasar tiempo juntos descubriendo lugares que se grabarán a fuego en vuestros recuerdos. Las ruinas de la ciudad romana de Mérida, las empedradas calles de Santillana del Mar o los majestuosos jardines de la Granja de San Ildefonso, son algunos de los destinos para viajar en familia este otoño que hoy te proponemos, ¿te animas a descubrirlos?
Si te agobias sólo con pensar en el precio de los billetes o en tener que preparar las maletas de los niños, no te preocupes, porque a todos los destinos que hemos seleccionado puedes ir en coche. Se trata de lugares más o menos cercanos que puedes visitar en uno o dos días.
Ahora que ya está todo listo, ¡ahí van los rincones más mágicos para este otoño!
Santillana del Mar
Balcones llenos de coloridas flores, calles empedradas y ese ambiente rural tan acogedor. Se dice de Santillana del Mar que es uno de los pueblos más bonitos de España. Está situado en Cantabria y en sus proximidades se encuentran las cuevas de Altamira, las cuales es prácticamente imposible visitar. Pero es que Santillana encantará a los más pequeños porque prácticamente es como viajar a otra época, sus arcos, sus puentes, sus museos, todo parece haberse quedado en la época medieval. Lo bueno del otoño en esta pequeña población es que trae consigo la lluvia y el verdor del campo, algo que, acompañado de un buen chocolate caliente, hará las delicias de tus hijos.
Si tenéis varios días para disfrutar de la comarca, no dudéis en coger el coche y conocer los pueblos cercanos como Comillas, Suances o hacer una escapada a las cuevas del Soplao, eso sí, ¡qué nadie se olvide del abrigo y el paraguas!
Segóbriga
Y ahora empezamos con las ruinas. Un viaje se puede convertir en la excusa perfecta para repasar las clases de historia y, si algo hay en España son vestigios de épocas pasadas. Segóbriga, situada en la provincia de Cuenca, supone uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de nuestro país compuesto por estos celtíberos y una ciudad romana al completo, desde termas hasta teatro sin olvidarse de la muralla. Su localización en lo alto del cerro de Cabeza del Griego convirtió a este asentamiento celtíbero en todo un reclamo para los romanos, que terminaron por conquistarla e imponer su estilo de vida.
El otoño es una buena época para visitar Segóbriga ya que durante la primavera o el verano se hace muy pesada la visita por toda la ciudad y los niños terminan por aburrirse y no prestar atención. Si antes de hacer el viaje veis todos juntos una película ambientada en la época romana, les encantará revivir la vida de aquella era.
La Granja de San Ildefonso
Este palacio se encuentra en Segovia, concretamente en el enclave de la sierra de Guadarrama. En el siglo XVIII el rey Felipe V ordenó construir este palacio inspirado en Versailles. Sus jardines son uno de sus puntos fuertes ya que lo convierten en un destino perfecto para que los niños corran, jueguen y aprendan algo de historia. El palacio de la Granja es perfecto para una escapada ya que podéis pasar allí todo el día y comer al aire libre si el tiempo lo permite.
No os perdáis sus fuentes. Todas y cada una de ellas narran una historia mitológica y están llenas de fantasía. Los más pequeños de la familia se lo pasarán en grande descubriendo cada uno de los personajes que en ellas se esconden. Cuando estéis en el coche durante el viaje de ida, puedes ir leyéndoles los mitos que se representan en las diferentes fuentes para que recorrer cada fuente se convierta en un juego para ellos.
Benasque
En medio del valle de Benasque se encuentra este pequeño pero encantador pueblo montañero. Como si se tratara de los propios Alpes suizos, os sentiréis rodeados de las grandes montañas de Los Pirineos además de poder disfrutar de su deliciosa gastronomía y, depende de la temporada, de las mejores pistas de nieve. Situado en la provincia de Huesca, hasta llegar a este pueblo tendréis que recorrer carreteras llenas de curvas y salpicadas por verdes y abruptos paisajes que seguro divierten a los más pequeños y es que Benasque prácticamente juega al escondite para quien lo busca, por ello también se le llama "el valle escondido".
Aunque debido a su localización geográfica es un pueblo muy frío sobre todo en otoño e invierno, uno de sus principales atractivos es su entorno, que convierte a Benasque en un destino perfecto para hacer sendas a pie o en bici con los más peques. También podéis explorar las proximidades en coche y regresar al caer la tarde para acurrucaros todos juntos frente a la chimenea.
Mérida
El último destino aunque no por ello el menos importante, es Mérida. Fundada por el emperador Augusto, esta ciudad extremeña está cargada de historia la mires por donde la mires y por ello recorrerla con los niños es toda una experiencia. Desde las ruinas romanas de Emerita Augusta, que conservan intactas el teatro (en el que se realiza cada año el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida), el anfiteatro, el circo, el arco de Trajano, el templo de Diana y una larga lista de etcéteras, hasta su gastronomía típica, gustarán a toda la familia. Notaréis que nada más bajar del coche, se apodera de vosotros el ambiente de la antigua roma.
Después de viajes como estos, es imposible que el viaje de vuelta no sea de lo más tranquilo. Tantas vivencias terminan por agotar a los peques y por ello no verán la hora de subir en el coche y ponerse en ruta de vuelta a casa. Los niños caerán rendidos y vosotros podréis hablar tranquilamente del éxito del viaje.
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