Orna Donath se ha atrevido a destapar uno de los tabúes sociales que muchas mujeres siempre han tenido miedo a develar, ¿nos hemos arrepentido alguna vez de ser madres? Puede parecer paradójico pero, querer ser mamás (o directamente no querer) e idealizar la maternidad no quiere decir la situación cumpla nuestras expectativas, después de serlo. Precisamente, los testimonios de muchas mujeres que así lo afirman conforman el libro publicado por esta socióloga israelí, Madres arrepentidas. Un minucioso estudio plagado de historias que, cuanto menos, han sacudido a la opinión pública: "Sin duda, soy realmente una madre fantástica, en serio, soy una buena madre. Me avergüenza decirlo, incluso. Soy una madre para la que sus hijos son importantes, los quiero, leo libros, brusco consejo profesional, intento hacer lo posible por darles una educación mejor y mucho amor y cariño. [...] Pero aun así odio ser madre. Los odio. Odio este papel. Sophia (madre de dos hijos de entre 1 y 5 años)".
Un estudio que destapa un tema tabú para la sociedad
Este es uno de los testimonios por los que muchos podrían llevarse las manos a la cabeza. A partir de una selección de mujeres judías del país de la autora, que por cuestiones de cultura y tradición se ven obligadas a ser madres (y no solo de un hijo, sino de más de uno, ya que tener un único descendiente se considera todavía peor que no tenerlo), Orna da voz a este tabú social. "Fue difícil para mí entrar en este tema ya que las no-madres son apuntadas casi con un arma, mientras que al mismo tiempo directamente se excluye la posibilidad tener este pensamiento tras la maternidad. Estaba segura de que hay muchas mujeres que se arrepienten de haberlo sido y decidí escribir mi tesis doctoral sobre ello para estudiar la relación entre la sociedad y las relaciones, así como su uso político", nos explica la autora.
Puede parecernos un tema bastante controvertido en general, pero lo es en particular en el país donde fue tratado el estudio, aunque si preguntamos a Orna nos asegura que este tabú se extiende al resto de sociedades: "Durante el pasado año y medio he recibido mensajes de mujeres de otros países como Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Suecia e Irlanda que también se arrepienten de haber sido madres. Israel no es el único país en el que las mujeres se sienten presionadas a la maternidad. Una de las principales diferencias es que en Israel estas presiones son manifestadas fuertemente mientras que en otros países son más silenciosas o se esconden".
La siguiente pregunta que nos hacemos es... ¿qué pueden hacer las mujeres que se sientan así? Cuestión a la que la autora nos contesta tajante: "Yo no estoy en posición de dar consejos a madres que se han arrepentido de serlo. Creo que deberían leer sobre ello todo lo que puedan, si esto les ayuda a abordar el tema. Lo único que he podido hacer es dar voz a aquellos testimonios de madres arrepentidas para que cualquier otra madre que se sienta así sepa que no está sola. Y sugerir un análisis socio-político sobre este tema llamando a la sociedad a realizar un cambio social más profundo sobre ello".
¿Existen madres que odian a sus hijas?
Pero si hablamos de madres arrepentidas, también debemos hablar de los hijos de estas madres. ¿Cómo es saber que tu madre se lamenta de haberlo sido? Según la autora, puede haber distintas reacciones a esta situación: "Hace unos años después de una conferencia en la que hablé sobre este tema, un estudiante se acercó a mí y me dijo ya entendía por qué su madre se arrepentía de serlo. El estudiante me explicó que había sido la primera vez que había podido ver a su madre como una mujer dentro de la sociedad y que tal vez no había querido ser madre, siendo empujada a ello. Veía a su madre como un sujeto, como una mujer separada y no como su madre. Esto le permitió que tener una mayor empatía hacia su madre y no solo culpa, ira o decepción".
Según nos cuenta la socióloga, el arrepentimiento es una de las emociones humanas y como tal, "creo en hablar de él de forma cuidadosa. Esto puede que no elimine el pesar, tanto de los hijos como de las madres que sufren esta situación, pero sí puede ayudar a aliviar y a tener un contexto social más amplio".
Un reciente estudio realizado por E-Motivity, centro especializado en la metodología de tratamiento y terapias para personas altamente sensibles, asegura que: "2 de cada 5 españolas sienten que sus madres les odia". Una conclusión un tanto "dura" a lo que Ariadna Babarro, directora y terapeuta de E-Motivity, explica: "Es una de las situaciones más dolorosas que existen y te pueden llenar de inseguridad de por vida. Sobre todo si existe negación, es decir, la madre niega que esto ocurra y el maltrato emocional es sutil y encubierto durante años”.
Un estudio que nos ha llamado la atención ya que quizás podría estar vinculado al sentimiento de las madres arrepentidas... por eso, preguntamos a la autora sobre ello: "No tengo las herramientas para determinar una posible conexión. Puedo pensar que existen otras muchas razones encontradas en estos estudios. Tal vez las sociedades deben pensar, una vez más, cómo la mítica e insoportable imagen de la maternidad crea sufrimiento y frustración en la vida de estas madres. Pero si por su pregunta expresa la preocupación de muchas personas que hablar de lamentar la maternidad dará lugar a odio o abusar de los niños -entonces, la gente debe leer el estudio otra vez. Yo hablo de madres arrepentidas, no sobre el odio a los niños; aunque el odio puede ser una de las emociones de las madres en general y no solo de quienes se arrepientan de serlo- puede sentirlo de vez en cuando. La maternidad es una relación entre seres humanos y, como cualquier relación, tienden a despertar todo tipo de sentimientos -de la misma manera que hijas e hijos aman u odian a sus padres simultáneamente, que quieren estar cerca de ellos y al mismo tiempo, lejos-."
La experiencia de ser madre en una sociedad racista
Este ha sido el testimonio de una de las madres israelí, de origen étnico mixto, que más ha marcado a la autora. En él, la mujer habla sobre la experiencia de ser madre en una sociedad racista. Sus palabras explican muy bien que la historia no es sobre patologías de las madres, sino sobre lo que significa ser madre y el contexto social de la maternidad.
"Miro a mi hija y su apariencia se asemeja a la mía: su piel es oscura, tiene el pelo rizado -un aspecto inusual. Y me digo a mí misma: '¡Dios mío! Estoy pasando por esto una vez más'. Recuerdo cuando yo era pequeña y siempre soñaba con tener treinta años: 'Quiero ser adulta ya. Quiero que pase la infancia y la adolescencia y que toda esta basura se convierta en algo estable'. Y aquí estoy, con treinta y pasando a través de ella otra vez por eso. [...] ¿Sabe usted qué es un corazón roto? Es cuando te sientas con tu hija en una bañera y con tres años ella te dice: 'Mami, no se va, aquí no lo has hecho bien (Maya se señala la palma de su mano, la parte blanca). 'Aquí está muy marrón' (Maya se señala la cara externa de su mano y la frota). Las siguientes dos semanas yo estaba muy baja, no sabía qué hacer con mi vida, no sabía que hacer con ella. [...] Experimentar de nuevo mi terrible infancia es algo que no me hace sentir bien".
La opción de poder elegir
"No se debe apuntar con una pistola a una mujer para ser empujada a la maternidad en contra de su voluntad. A las mujeres que no quieren ser madres se les etiqueta de mujeres egoístas, insanas, miserables y no como 'mujeres reales', con el fin de distorsionar el significado del 'derecho a elegir'", reivindica Orna. Pero, ¿qué pasa con la paternidad? ¿Los hombres tienen una mayor decisión para querer serlo (o no) y no ser juzgados por la sociedad? A lo que nos surge la pregunta de, ¿la maternidad también entra dentro de la larga lista de temas sexistas? "Asumo que los hombres tienen una mayor libertad de decisión pero muchos de ellos no son del todo libres de los estereotipos sociales. Los hombres mayores que no han tenido hijos también son estigmatizados como: egoístas, inmaduros, irresponsables o incluso de tener problemas psicológicos. Sin embargo, aunque los hombres no están libres de estas críticas sociales, las mujeres son el centro de estas calumnias", nos cuenta la autora.
Y, dentro del sentimiento de arrepentimiento, ¿qué tienen que decir los padres? ¿cuál es su rol en estas situaciones? "Antes de hablar del rol de los padres en relación al arrepentimiento deberíamos hablar sobre el rol de los padres en la relación paternal. ¿Dónde están ellos?, ¿cuál es su parte en la relación parental desde el día en el se les anuncia el embarazo y desde el día en que el niño nace?", se pregunta Orna.
La respuesta a estas cuestiones y el estudio de estos sentimientos son algunos de los que la autora pretende desvelar en la publicación de otras 10 entrevistas realizadas a padres arrepentidos que también realizó durante su investigación. Pero si hay algo por lo que Orna quiere seguir luchando y trabajando es en el ámbito de las incertidumbres de las mujeres, bien sea para convertirse en madres o no.
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