Raquel Suárez, madre de doce hijos y CEO de la compañía Doce Peces nos desvela 3 claves para lograr una conciliación inteligente si eres madre y empresaria. Actualmente, conviven en un mismo escenario social el campo de la cultura tradicional donde existe una vinculación femenina hacia el ámbito de la familia y lo afectivo y por otro lado, el campo de cultura moderno donde las mujeres empiezan a estar más relacionadas con lo público y los trabajos remunerados.
¿Cómo conciliar ambos aspectos sin que surjan problemas? Sin duda, el papel del Estado es el más importante para conseguirlo a través de una conciliación activa, pero mientras tanto podemos optar por intentar adaptarnos en la medida de lo posible con pequeños trucos como los que vengo hoy a contaros.
1. Más horas no significa ser más productivo
España desarrolla una serie de horarios que no permiten gestionar bien el tiempo. Trabajamos más horas y sin embargo somos menos productivos. Por lo tanto, lo primero sería llevar a cabo una regulación o reforma de los horarios en España, pero eso corre por cuenta del Estado. Mientras tanto nosotras podemos ir aportando ideas. Si eres empresaria, comienza a aplicártelo a ti misma: aprende a gestionar mejor tu tiempo. Márcate horarios intensivos (y flexibles) que te permitan tener una franja del día libre y respétalos. Al saber que tienes menos horas para realizar tus tareas te esforzarás más y serás más eficiente. Si trabajas por cuenta ajena, intenta inculcar ese pensamiento a tus superioras o superiores siempre que sea posible y demuéstrales que puedes hacer el mismo trabajo en menos horas y ser flexible cuando se requiera de un mayor empuje laboral. Cada granito cuenta.
2. Escenarios cambiantes
Hay determinados trabajos que sí permiten la opción de teletrabajar porque sus tareas o funciones no requieren de presencia física al 100%. Si es tu caso y tienes una profesión que te ofrezca esta libertad, aprovéchate de ella o plantéala. Para llegar a un punto intermedio, se puede poner en la mesa la opción del teletrabajo parcial donde 2 o 3 días a la semana estés trabajando desde casa y el resto desde la oficina. De esa manera, podrás cambiar de espacio y sociabilizar, al tiempo que conciliar con tu familia. Estamos en la era digital, ¡aprovechémonos de ella!
3. El colegio también ayuda a conciliar
Después de estar casi una jornada laboral completa en clase aprendiendo y adquiriendo conocimientos, nuestros hijos llegan a casa y tienen que seguir estudiando y haciendo deberes. Para ello, necesitan que sus padres estén allí apoyándoles y ayudándoles. Ahora en el escenario moderno, las familias no pueden dedicar todo el tiempo que quisieran a sus hijos. Los colegios pueden ayudar a conciliar descargando tareas y deberes a los alumnos, comprendiendo que a determinadas edades la presencia de ellos es necesaria. Es importante trasladar este mensaje a los profesores. ¿Cómo nos ayuda a las familias? A los padres nos libera de mucho estrés y a ellos también. Llegar de trabajar y tener que sentarte con tu hijo/a para hacer deberes cada tarde resta tiempo de calidad y no te permite atender otras tareas domésticas.
Y tú, ¿cómo concilias?
Contenido elaborado en colaboración con Raquel Suárez, madre de 12 hijos y CEO de la compañía Doce Peces
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