¿Habías soñado con tener familia numerosa, pero al final te has quedado solo con un hijo por alguna razón? ¿La maternidad te ha sobrepasado y has dicho eso de "con uno basta"? Hay muchos motivos (económicos, médicos, familiares, profesionales, personales...) por los que en muchos hogares "reina" el hijo único. Si es tu caso, estarás harta de oír que son niños más egoístas, dependientes, caprichosos... Pero no tiene por qué ser así. Tener solo un hijo conlleva aspectos positivos y otros no tan buenos. Todo depende de cómo encares su educación. Aquí tienes 10 consejos.
1. No te sientas sola ni egoísta
Las razones para quedarte con un hijo único las conoces tú, y nadie puede juzgarte por ello. Recibirás opiniones bienintencionadas sobre ello y otras que no lo serán tanto. Si deseabas tener otro hijo y no has podido por razones económicas, infertilidad o cualquier otro motivo, no te culpes. Si no te sientes capaz de aumentar la familia, tampoco. Céntrate en tu niño y disfruta de él intensamente. La maternidad puede ser maravillosa con varios hijos o solo con uno. En España, la media de hijos por mujer está en 1,32, una de las tasas más bajas de Europa. ¡No estás sola!
2. Huye de las etiquetas
No hay nada escrito sobre cómo se desarrollará tu hijo por no tener hermanos. No seas tú quien le ponga etiquetas. Encontrarás estudios que afirmen que los hijos únicos son más retraídos y tienen más problemas de conducta, y otros en los que podrás leer justo lo contrario: que son más sociables y más seguros de sí mismos. Lo cierto es que cuando nace, tu niño no está determinado solo por ser hijo único.
3. La clave está en la educación
La personalidad del niño y la educación que reciba son mucho más importantes al conformar su personalidad que el número de hermanos. Cualquier niño que viva en un entorno amoroso y con límites y normas claros puede desarrollarse de la mejor forma, independientemente del número de hermanos que tenga.
4. No lo sobreprotejas...
La sobreprotección es una de las peores cosas que podemos hacer por nuestros hijos. Un niño sobreprotegido se siente menos capaz de enfrentarse a la vida y tiene la autoestima más baja (aquí tienes 10 consejos para mejorar su autoestima). Es verdad que cuando hay un solo hijo todas las preocupaciones se centran en él, pero debes hacer un esfuerzo por "darle alas", en forma de pequeñas responsabilidades adecuadas a su edad, especialmente si es hijo único.
5. ...Ni seas excesivamente permisiva
Tu hijo no tiene hermanos, de acuerdo, pero necesita que tú seas su madre y no su amiga. Además, cuando se tiene un solo hijo se corre el riesgo de consentirlo excesivamente, a veces por la culpabilidad ante la idea de haberlo dejado sin hermanos. No caigas en ese error. Tu hijo necesita una madre afectuosa, pero que sepa ponerle límites.
6. Favorece su socialización desde pequeño
Es posible que para tu hijo no haya un sitio mejor que en casa con papá y mamá. Es un sitio seguro, tiene atención plena y muchas veces puede conseguir todo lo que se proponga. Pero es muy importante que desde la primera infancia favorezcas su socialización a través de primos, amigos, en la escuela infantil, en el parque... Todas estas interacciones con otros niños suplirán, en parte, la ausencia de hermanos.
7. Fomenta el deporte
El deporte, sobre todo si es de equipo, es un excelente medio para muchas cosas: favorece la socialización, enseña al niño a ganar y a perder, le permite dejar de ser el centro de atención por unas horas... Anima a tu hijo a apuntarse a algún deporte. Todo son ventajas.
8. Ejercita la tolerancia a la frustración
Una de las mayores dificultades con las que puede encontrarse el hijo único es la baja tolerancia a la frustración. No tiene que compartir sus juguetes, los padres solemos "perder casualmente" casi siempre que jugamos con ellos, puede disponer de la atención paterna más que otros niños... Para ejercitar esa buena tolerancia a la frustración que tan bien le va a venir en su desarrollo personal es importante hacer pequeños gestos como enseñarle a esperar su turno, dedicar tiempo a juegos de mesa, en los que algunas veces ganará y otras perderá, establecer momentos en que no goce de la atención paterna, no intervenir en presencia de otros niños...
9. Evita el elogio excesivo
Lo sabemos: los dibujos, los trabajos, los bailes, las actuaciones de tu hijo son las mejores del mundo. Pero debes tener en cuenta que recibir demasiados elogios puede hacer que acabe sintiendo demasiada presión. Afortunadamente, el hijo perfecto no existe. No le hagas creer a él que lo es, pues se sentirá obligado a cumplir tus expectativas, y ese es un peso demasiado grande para un niño, especialmente si es hijo único.
10. Nunca es tarde
Ya sabes que la educación va a determinar mucho más el desarrollo de tu hijo que el número de hermanos. Si en algún momento sientes que te has equivocado y que tu niño (único) no va por el camino que desearías, no te rindas. También si tuviera hermanos aparecerían problemas; tal vez los mismos o tal vez otros. Siempre se pueden reconducir las situaciones educativas. Es solo cuestión de detectar el problema, cambiar de actitud y ¡ponerse manos a la obra!
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