El ciber acoso y el ciberbullying (que aunque lo parezca no son la misma cosa) son dos problemas mucho más comunes de lo que imaginas. Las redes sociales han cambiado nuestra forma de interactuar entre nosotros, y aunque bien utilizadas son una herramienta muy poderosa, también han contribuido a fomentar un comportamiento tóxico y de odio en internet.
¿Quién no ha presenciado, sido víctima o incluso participado en un incidente de este tipo alguna vez? Bien porque se esconden detrás de un perfil anónimo, o bien porque piensan que tienen derecho a insultar y hacer crítica destructiva de absolutamente todo lo que una persona comparte en internet, las personas que dejan un comentario despectivo sobre el aspecto o las acciones de los demás creen que esta práctica es algo que no solo está en su derecho, sino que además no va a generar ningún tipo de consecuencia.
Por ello, es importante que pongamos nuestro granito de arena para no contribuir a normalizar este tipo de comportamientos, ni entre niños o adolescentes ni entre adultos. Igual que pasa con el acoso escolar y el bullying, todavía hay muchos adultos que piensan que es normal que en los colegios se produzcan este tipo de situaciones escudándose en el argumento de que "son cosas de niños" o que "eso nos ha pasado a todos".
Y es que, ser el blanco de comentarios como los de este vídeo, no solo puede cambiar para siempre la vida de la persona que los sufre, sino que afecta a toda su familia y gente cercana, que en muchas ocasiones no saben cómo ayudar o cómo reaccionar.
Lo mejor, es dejar el caso en manos de los expertos y acudir a asociaciones como AEPAE (Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar) y Stop Haters o llamar al 900 018 018 (el teléfono contra el acoso escolar que es gratuito y confidencial).
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