Contenido elaborado en colaboración con la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar y Stop Haters
El acoso o bullying ha cambiado con las redes sociales. Las agresiones se vuelven más constantes ya que se pueden realizar en cualquier momento y a cualquier hora debido a la inmediatez de las redes sociales. Aproximadamente uno de cada cuatro casos de acoso en la actualidad se produce a través de la vía tecnológica. Cuando alguien está siendo acosado, un espectador o el agresor mismo puede grabar el evento, subirlo a Internet y compartirlo en múltiples plataformas. Un número ilimitado de espectadores puede ver y comentar sobre el suceso. Esto crea una cascada de humillación, crueldad y agresión continuada sin ninguna consecuencia para los autores en la mayoría de los casos por ser menores.
Por supuesto, este hecho se ha convertido en un acto devastador para la víctima y del que le cuesta salir en mucho tiempo, ya que este tipo de contenido puede pasar más fácil de unos a otros debido a internet. Además, lo peor de esta presión social, es que muchas veces el acoso se hace desde el anonimato, por lo que la víctima sufre el doble. Para los acosadores es mucho más fácil esconderse detrás de la pantalla del ordenador y teléfono móvil y hacer bullying.
¿Qué es el cyberbullying?
Comúnmente lo conocemos como un acoso que se produce a través de la tecnología digital, habitualmente por medio de las redes sociales. Pero en el concepto de cyberbullying se entremezclan otras situaciones como las usurpaciones de identidad, las amenazas, las calumnias, las injurias, etc. Además de éste término, también existen otros relacionados con él que tenemos que tener en cuenta, como el grooming (acoso sexual que se produce a través de las nuevas tecnologías) o el sexting (envío de imágenes con contenido sexual o exhibicionista).
La vía más habitual para el cyberbullying es la mensajería instantánea a través de aplicaciones como WhatsApp. Aunque todavía prevalece el acoso offline sobre el online, el segundo aumenta a medida que también lo hace la edad.
Los comentarios, mentiras o rumores dañinos o críticos pueden ser emitidos y distribuidos públicamente a través de las comunidades de las redes sociales sin que la víctima lo sepa. Muchas veces las víctimas se sorprenden cuando se enteran y no saben qué hacer cuando el mensaje ya se ha extendido sin que exista ninguna manera de retirarlo o de defenderse. Del mismo modo, el agresor no controla las consecuencias de sus acciones sobre la víctima y no tiene medida del impacto, por lo que puede aumentar la intensidad en futuros ataques. De hecho, muchos padres se sorprenden cuando ven que su hijo ha enviado material pornográfico o que su personalidad en redes sociales es muy agresiva.
Tan importante es identificar o reconocer un caso de acoso como lo es pedir ayuda. Y uno de los aspectos más importantes es romper con el silencio de las víctimas, que solamente tienden a pedir ayuda cuando se sienten con fuerzas para hacerlo, o cuando la situación es extrema. Cualquier persona que pueda ver este tipo de imágenes, ya sea adulto o menor, debe ponerlo en conocimiento para que se puedan tomar las medidas oportunas. Para ello, a continuación queremos dejarte con unos consejos de la AEPAE, Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, sobre el ciberacoso y su prevención.
Cómo prevenir el cyberbullying
Es importante que hables con tus hijos y comentes con ellos estos consejos. De esta forma, podrás prevenir que sufran ciberacoso sin darse cuenta, y que además no te lo comenten:
- Los peques deben saber que no tienen porqué contestar mensajes despectivos. Deben ser conscientes de que cuando vena este tipo de mensajes inmediatamente bloqueen a la persona en cuestión. Así que enséñales cómo se hace a bloquear a alguien para que puedan hacerlo de forma inmediata o que te lo comuniquen al instante.
- Si los niños reciben mensajes despectivos e insultantes es importante que guarden los mensajes. Esto te podrá servir para enseñárselo a los padres de la persona que acosa o simplemente ir a denunciarlo.
- Habla mucho con los niños sobre la existencia e incremento del acoso tanto en la escuela como en internet. Intenta hacerles entender que es mucho más fácil insultar y soltar comentarios vejatorios detrás de la pantalla que frente a frente, y sobre todo del daño psicológico y de autoestima que puede hacer o le pueden hacer sentir a los niños. De esta forma, evitarás que el niño sea tanto víctima como acosador.
- Hazle saber a los pequeños los límites de la privacidad. Con las redes sociales solemos contar con detalle lo que hacemos en cada momento. Los niños al ser más inocentes pecan de contar mucho más de la cuenta o no saber qué pueden subir o no a estas redes sociales. Lo ideal es que puedas hablar con ello sobre esto, y que todo lo que cuelgan puede llegar a manos un tanto peligrosas.
- Siempre adviérteles de no entablar conversaciones con nadie de forma virtual que no conozcan y menos usando la webcam.
- Adviérteles que no deben dar su teléfono móvil o correo eléctronio a nadie que no conozcan. Lo ideal es que los niños tengan pocos contactos en su teléfono: sus familiares, compañeros de clase y poco más. Siempre que les llamen de un número que no tienen guardado en la agenda es mejor que no lo cojan.
- Ten siempre a mano sus claves del teléfono, etc, ya que aún son muy pequeños y más inocentes. Una vez que adquieran un poco más de madurez pueden tener mayor libertad.
- Advierte a los niños que no entren en foros o chats ya que ahí no conocen a nadie y puede ser mucho más peligroso, y dar lugar a un ciberacoso. Una manera de que no accedan a páginas indebidas es activando el control parental. Muchas aplicaciones ya lo permiten en el móvil y también el ordenador.
Penas de cyberbullying
El código penal no recoge el bullying o acoso escolar como delito, por lo que tampoco el cyberbullying. Al no aparecer en el código penal, cuando se comete un delito de estas características tenemos que ir a otros tipos penales para buscar el castigo correspondiente. En Internet los delitos de bullying están penados con:
- usurpación de la identidad (hasta 3 años de prisión)
- estafa (hasta 6 años)
- revelación de secretos (hasta 4 años de prisión)
Para ello desde Stop Haters, ayudan a las víctimas a que conozcan los efectos legales que puede tener el ciberacoso. También aconsejan a las víctimas sobre cómo proteger su privacidad, y de qué forma conseguir pruebas contra el acosador.
Algunas características del cyberbullying
Como hemos comentado antes, las amenazas y las calumnias son dos características propias, pero el cyberbullying abarca otras situaciones:
- Insultos a través de redes sociales (Facebook, Tuenti, Twitter...)
- Robo de contraseñas y ursurpación de identidades.
- Publicación de contenido (imágenes, vídeos...) de carácter personal sin permiso de la persona a la que se refieren.
- Publicación de información falsa de otras personas en un sitio web.
- Chantaje
- Acoso de carácter sexual.
¿Cómo se puede evitar el acoso?
Por ejemplo, Facebook especifica en sus normas comunitarias que no permite ningún tipo de contenido relacionado con el bullying. Por ello, la red social afirma que retira cualquier publicación que parezca estar dirigida a particulares con la intención de degradarlos o avergonzarlos.
Por otro lado, Instagram cuenta desde 2016 con un sistema para filtrar palabras clave desde la propia aplicación y evitar ciertos comentarios ofensivos. Además dispone de un formulario para denunciar imágenes o vídeos que puedan ser objetos de abusos.
A pesar de que la visibilización de los casos de acoso parece aumentar paulatinamente, todavía queda un largo camino por recorrer. Es crucial aprender y guiar a nuestros hijos en cómo tratar a la gente con respeto y tolerancia. La mejor prevención pasa, como en la mayoría de los casos, por la educación. Es la única forma de detener un tipo de acoso que tiene importantes secuelas psicológicas para los menores que lo sufren.
¿Qué consejos debemos ofrecer a nuestros hijos?
Lo ideal es inculcarles desde el principio ciertas normas de seguridad antes de comenzar a navegar en la red:
- No abrir correos electrónicos de destinatarios desconocidos.
- No utilizar siempre la misma contraseña para todo.
- No hablar o aceptar invitaciones de personas que no se conozcan, ya sea en chats o en redes sociales.
- No facilitar datos personales que desvelen nuestra localización o identidad: apellidos, dirección, colegio, instituto...
- Bloquear a aquellas personas que se dirijan a nosotros de manera agresiva o hiriente.
- Tener especial cuidado con las fotografías que se suben o se envían: cualquier persona, aunque sea desconocida, puede verlas y compartirlas en otro sitio.
- Respetar a los demás usuarios y exigir el mismo respeto.
Es importante crear un clima de confianza con nuestros hijos para que nos puedan comunicar cualquier problema que tengan. Debemos estar a su lado, sin prejuicios, sin juzgarles, simplemente con cariño y aceptación. Así mismo, infundirles valores positivos y enseñarles respeto y educación desde que son pequeños, son dos factores claves que podrán evitar que no solo nuestros hijos sufran cyberbullying, sino que también lo cometan.
Es cierto que los padres no tienen control sobre internet porque es prácticamente imposible, pero si sobre sus hijos. Los temas delicados como el cyberbullying se sobrellevan mucho mejor cuando hablamos con nuestros hijos de forma natural y ayudándoles. Siempre debes hacerles saber que estás ahí para ayudarles, y verás como contarán contigo para todo incluso en estas situaciones. Si te ganas la confianza de tus niños, por muy embarazoso que sea el problema ellos también lo hablarán con naturalidad, y entre todos podréis encontrar una solución mucho antes.
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