El acoso escolar es, en la actualidad, uno de los mayores temores de los padres. Y no es de extrañar, pues según la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE) el 25% de los niños españoles están en riesgo moderado o grave de sufrir este problema. Sin embargo, el bullying tal y como lo conocemos, en el que uno es el acosador y otro es el cosado, no es la única tipología. Ese es el caso del bullying inverso, un problema que también es importante tener en cuenta a la hora sensibilizar sobre el tema a los profesores, padres y niños.
¿Qué es el bullying inverso?
Cuando un niño intimida a otro niño, pueden ocurrir varias cosas. La mejor opción sería que este decidiera decírselo a sus profesores o a sus padres para que los adultos puedan intervenir y resolver la situación. Pero lo cierto es que no siempre sucede esto. De hecho, según datos de la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña, el 34% de los niños no le cuenta a sus padres que sufre bullying. Esto puede hacer que la situación de la víctima empeore por la falta de ayuda o que se acabe produciendo el bullying inverso porque el niño busque venganza por su cuenta o con la ayuda de sus compañeros. Y a esto último pueden contribuir los padres inconscientemente cuando aconsejan a sus hijos que se defienda mediante el ataque de aquellos que le hacen daño.
De esta forma, para que se produzca el bullying inverso primero tiene que haber una situación de acoso por parte de un niño a otro y que, a partir de esto, se produzca la situación al revés. Por ejemplo, si una niña es intimidada por otra y esta, en vez de pedir ayuda a un adulto se lo cuenta a sus amigas, que comienzan a difundir el rumor y a presionar a la acosadora, esta puede terminar siendo la acosada. El problema puede ir más allá de los rumores y complicarse: comentarios despectivos en la escuela, publicaciones en redes sociales, exclusión...
Y aunque todo esto pueda sonar a hacer justicia, no es la solución pues el acoso, hacia una persona u otra, sigue produciéndose. "Los niños no contribuyen en el sentido de la justicia", explica la CEO de la organización benéfica contra el bullying Kindscape, Lauren Seager-Smith. En este caso están generando más intimidación y actuando desde la ira y la venganza hacia el otro niño. "Es bueno cuando los niños rechazan el comportamiento de intimidación y buscan ayuda, pero no cuando deciden atacar a la otra persona".
Consejos para que tus hijos aprendan a lidiar correctamente con el acoso escolar
Como ya se ha señalado, la intimidación del acosado hacia el acosador no es la solución. En lugar de esto, Lauren Seager-Smith propone los siguientes consejos que pueden darle los padres a los niños para que actúen ante una situación de bullying hacia él o hacia alguno de sus compañeros:
1. Apoya al niño que experimenta la intimidación. Hazle saber que estás con él.
2. No te rías ni le des audiencia al acosador o acosadores.
3. Si te sientes preparado, deja en claro que no estás de acuerdo con ese tipo de comportamientos.
4. Distrae a la persona para que deje de cometer un comportamiento de intimidación. Puedes proponer otro plan u otro tema de conversación.
5. Busca ayuda de un adulto, sobre todo si te preocupa la seguridad de alguien o el impacto del acoso.
LETTER
Y además:
Guía para padres: ¿cómo detectar si mi hijo sufre bullying?
10 libros para luchar contra el acoso escolar
Ciberbullying: ¿cómo proteger a nuestros hijos del acoso en Internet?