Sus retratos no circulan por manos megalómanas ni brillan en subastas o galerías ampulosas. El arte de la británica Sally Muir es un discurso genuino y libre de artificios. Un trabajo apasionado que filtra lo liviano y efectista en beneficio de una estética basada en hechos reales.
¿Cuándo decidió convertirse en artista?
Durante la mayor parte de mi vida he diseñado artículos de punto junto a Joanna Osborne en Muir & Osborne, pero hace 12 años me inscribí en una escuela de arte y desde entonces no he parado de crear.
¿Qué puede decirnos de la aguda sensibilidad británica, no sólo para la pintura sino en general para todas las Bellas Artes?
Pienso que es difícil generalizar sobre este tema, ya que en nuestra tierra ha surgido una gran variedad de artistas como Constable o The Chapman Brothers, The Beatles o Beatrix Potter, todos sin un claro vínculo entre ellos.
Háblenos de su técnica, sus rutinas como artista.
Cuando más tiempo le dedico es por las tardes, ya sea con dibujos preliminares de una obra o simplemente por placer. Trato de trabajar en varios cuadros al mismo tiempo, siempre repartidos en la habitación en distintos estados de preparación. Para familiarizarme con un sujeto hago muchas pruebas anteriores. Con los paisajes simplemente me lanzo esperando que el resultado sea el mejor posible.
¿Quiénes son sus maestros, artistas favoritos, fuentes de inspiración?
Estudié Historia del Arte y me encanta cualquier obra de principios del Renacimiento. Seguramente mi pintor favorito sea Velázquez. Siempre que voy a la National Gallery de Londres visito la sala dedicada a él. También me gustan mucho Manet, Bonnard y artistas británicos del último siglo como Bacon, Michael Andrews, Alice Neel, Joan Eardley, Ivon Hitchens o Stanley Spencer… No necesariamente sus obras más conocidas, pero todos tienen algo que me gusta. Entre los artistas vivos me gustan mucho Jeremy Deller y Peter Doig.
¿Cómo ha influido la fotografía en su obra?
Cuando empecé la escuela de arte estaba muy interesada en la teoría fotográfica. Escribí mi ensayo sobre Sally Mann y me sentí muy atraída por la fotografía como herramienta para aferrarse a algo/alguien en el tiempo. En esa época pintaba cuadros de mis hijos y era muy importante capturar su imagen en diferentes etapas de sus vidas.
Sus paisajes tienen mucho movimiento. ¿A qué se debe?
Mis paisajes son en su mayoría lugares imaginarios y hago con ellos lo que quiero. Nunca trato de representar un lugar particular y eso me da más libertad, ya que no los planeo, dejo que el momento haga su trabajo.
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¿Por qué perros?
Al principio pintaba solo a mis hijos y ocasionalmente a nuestros perros… Pero luego los niños crecieron y los perros fueron tomando mayor importancia. Ahora paso mucho tiempo pintándolos a ellos, me parecen fascinantes… cada uno con su personalidad y energía tan distinta.
¿Cómo puede explicar que sus retratos parezcan más calculados y sus paisajes más emocionales? ¿No suele ser al revés?
Generalmente mis retratos son encargos y mis paisajes son cuadros que pinto para mí. Aún así los retratos de mis hijos y mis autorretratos son más libres y emocionales.
¿Cómo se relaciona con los modelos a los que pinta?
Normalmente prefiero trabajar con fotografías, ya que encuentro complicado pintar a una persona que esté en la misma habitación que yo. No sé cuál es la mejor forma de hacer un retrato, lo único que sé es que esa es mi manera de trabajar. Necesito una cierta distancia y mi pintura nunca es colaborativa.
¿Qué piensa del arte contemporáneo? ¿Cómo es posible que Demian Hirst o Jeff Koons vendan sus trabajos a precios similares a los de Velázquez?
Es impresionante cómo el arte mueve cantidades ingentes de dinero casi nunca no por razones estéticas. Pienso que Demian Hirst se ha ganado un lugar en la historia por su brillante talento para autopromocionarse y manipular el mercado del arte, aunque saber si sus obras pasarán la prueba del tiempo es otra cosa, y seguramente no alcanzará la talla de Velázquez.
¿Es la belleza todavía importante para decidir si una obra de arte es buena?
No pienso que la belleza sea tan importante, pero una cierta estética sí lo es; hay que trabajar la estética desde un cierto prisma no necesariamente bello.
¿Cree usted que la nueva moda del ‘arte decorativo’ nos empuja a comprar y colgar en nuestras paredes creaciones muy superficiales?
En eso estoy completamente de acuerdo. Circula una gran cantidad de arte superficial, pero tampoco estamos obligados a comprarlo.
¿Cómo reconocer a un artista diferente, fuera de serie? ¿Necesitamos a los críticos para eso?
No pienso que los críticos sean quienes lo decidan. Es muy subjetivo, y aunque muchas veces estoy de acuerdo con sus premisas, necesitamos confiar más en nuestro juicio, descubrir por qué un artista es un genio o no para nosotros mismos.
¿Cuál es su objetivo como artista?
No tengo un verdadero objetivo, sólo quiero ser capaz de continuar con lo que hago: mejorar, seguir nuevas direcciones. Actualmente estoy haciendo una serie de galgos que espero presentar en una exposición el año que viene.
¿A qué miembro de la Familia Real Británica le gustaría retratar?
A alguno de sus perros Corgis o a todos ellos.
sallymuir.co.uk
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