No puedes perdértela. La Fundación Loewe y PhotoEspaña nos traen 'Lillian Bassman, pinceladas', una exposición esencial comisariada por María Millán. Apunta fecha y dirección: desde el 30 de mayo hasta el 31 de agosto en Calle Serrano 26 en Madrid -después podrás verla en la Galería Loewe de Barcelona desde el 8 septiembre al 9 de noviembre-. Así vio Lillian a la mujer:
Lillian nunca fue una chica del montón. Arriesgó, experimentó todo lo que quiso: fumaba, jugaba al póquer, era pintora y dibujante y, sobre todo, bailaba como poseída por una fuerza invisible -hasta que una lesión truncó su sueño de convertirse en bailarina-. Ningún hombre le impidió ser quien deseaba, ni siquiera su marido, el también fotógrafo Paul Himmel, a quien conoció con tan solo seis años, y con quien estuvo casada durante setenta y tres. Una auténtica historia de amor. Junto a él se bebía los museos -le hubiera encantado saber que hoy su obra sería objeto de exposición-, y se perdía en la pintura clásica, que daba carnalidad a la piel y textura a los tejidos, un concepto que incorporó a su fotografía desde el principio. De hecho, fue una de las primeras fotógrafas de la historia en pintar sobre la copia fotográfica para enriquecer la imagen a su antojo.
Y así, fotografió para Harper's Bazaar, creó imágenes míticas para el mundo de la moda e hizo lo que quiso, asegurando que no entendía el feminismo, porque ella jamás tuvo ningún problema -y eso que nadó contracorriente en un mundo de hombres-.
No te pierdas la muestra, que recoge instantáneas históricas de Bassman, como Across the Restaurant -Paris 1949-, el reportaje que realizó para la revista del The New York Times, The Night Fantastic en 1997, o Segni di Classe fotografiada en 1999 y reinterpretada en 2009. Visita obligada.
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