La Super Bowl es el acontecimiento deportivo más seguido y comentado de Estados Unidos y, gracias a internet, hoy en día prácticamente de todo el mundo. Es una de las fechas más destacadas para la sociedad norteamericana y, afortunadamente para los que no son muy seguidores del deporte, el descanso del partido trae uno de los espectáculos musicales más impresionantes del planeta. Todos los años se encarga de amenizar ese rato un artista (últimamente, Bruno Mars o Beyoncé) y este año le ha tocado a Katy Perry. La cantante no ha decepcionado y ha hecho buena gala de estilismos, espectáculo y, sobre todo, buenas canciones. Las suyas, claro.
Katy se ha decantado por algunos de sus grandes éxitos: Roar, I kissed a girl, Dark Horse, California Gurls o Teenage Dream, cambiando coreografías, vestuarios y hasta acompañante. Lenny Kravitz ha cantado con ella I kissed a girl en el momento más sexy de la noche. Lo más emotivo, sin duda, el final del evento, donde ha cantado Fireworks con una buena dosis de fuegos artificiales mientras sobrevolaba el estadio. Todo un gol el que ha marcado la artista a sus detractores. ¡No te pierdas el vídeo!
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