"Llevarse como el perro y el gato" ya no tiene por qué significar no tener una buena relación. En muchos hogares conviven estas dos mascotas que a menudo se comportan como dos buenos compañeros de piso. Los gatos llevan la voz cantante en esta extraña pareja, mientras los perros ceden y cuidan a sus pequeños amigos.
Sin embargo, a la hora de escoger un lugar donde dormir parece que los gatos se llevan la victoria: acomodándose en la cama de sus compañeros, siempre más grande y confortable. Mira qué ocurre cuando los perros descubren que se han quedado sin sitio en el que descansar. ¡Adorables!
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